La Cámara Baja estadounidense aprobó un proyecto de ley destinado a que se deje de exigir una prueba de vacunación contra el COVID-19 a los viajeros extranjeros que lleguen al país por avión.
La normativa recibió 227 votos a favor y 201 en contra y debe continuar ahora su tramitación en el Senado, donde los demócratas, que se oponen a eliminar ese requisito, tienen 48 escaños más el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris; mientras que republicanos ostentan otros 49 y hay 3 independientes de tendencia progresista.
El proyecto de ley establece que, en cuanto sea promulgado, se deje de exigir a los viajeros extranjeros una prueba de vacunación y que dejen de utilizarse fondos federales para hacer cumplir esas exigencias.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) establecen que los ciudadanos no estadounidenses e inmigrantes que no vivan en el país deben presentar una prueba de tener la pauta de vacunación completa.
Desde el pasado 5 de enero, a los viajeros que viajen de China, Hong Kong o Macao, o que hayan estado allí en los 10 días anteriores a su desplazamiento, se les exige además antes de embarcar una prueba negativa contra el COVID-19 o un certificado de recuperación.
“Este proyecto de ley supone una vuelta a la normalidad”, alegó el congresista republicano Brett Guthrie, mientras que el demócrata Frank Pallone señaló que a su grupo le “preocupa” la salud pública y que los CDC sostienen que ese requisito “es necesario para proteger a Estados Unidos”.
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