Misión: Manglar al Rescate involucra a bachilleres en el estudio del impacto humano sobre el ecosistema marino y de manglar en Puerto Morelos
PUERTO MORELOS, Q. Roo.- El proyecto Resilencia, ejecutado por la Conanp con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México como agencia implementadora, y cofinanciado por un donativo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) entrará en su segunda fase en el municipio más joven del país, esta ocasión con un proyecto de medición del impacto al arrecife de Puerto Morelos.
Guillermo Fuentes, consultor del PNUD y artífice de la puesta en marcha en este municipio-balneario de la campaña Misión: Manglar al Rescate, señala que esta fase que prevén iniciar va intrínsecamente ligada a la primera, que fue el estudio y medición de las condiciones del bosque de manglar realizada con la participación de estudiantes del Colegio de Bachilleres de Quintana Roo quienes, más que acreditar la asignatura, comprendieron la relevancia de la comunidad donde nacieron, viven y lo que se presenta con la transgresión evolutiva del cambio climático.
“El aumento de la temperatura promedio en los últimos 50 años es casi el doble de los últimos 100 años”
“El aumento de la temperatura promedio en los últimos 50 años es casi el doble de los últimos 100 años. La temperatura global promedio aumentó 0.74 grados centígrados durante el siglo XX. Por eso, el cambio climático es en sí la humanidad contra el reloj, así lo comprenden ya los estudiantes”, subraya en entrevista con El Quintana Roo.mx.
Señala que cuando el nivel del mar se eleva con rapidez, como ha estado haciéndolo en la costa de Puerto Morelos, “puede tener consecuencias devastadoras en los hábitats costeros, tales como la erosión, la inundación de humedales, la contaminación de acuíferos y la pérdida del hábitat de peces, pájaros y plantas”.
En cuanto al objetivo del proyecto y la relación que guarda con el crecimiento hotelero desmesurado y el impacto del turismo en el manglar, Fuentes indica que “es improbable detener el gigantismo hotelero, depende de la conciencia colectiva y el compromiso y voluntad de las autoridades. Por nuestra parte, estamos expresando nuestro derecho a vivir en un medio ambiente sano, donde los bosques de mangle y la naturaleza viva en el arrecife sean conservados para el beneficio de todos los seres vivos que habitamos la Tierra”.
Mercedes Sánchez Sandoval, jefa del departamento de Cultura para la Conservación del Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos define tácitamente la problemática que enfrenta el arrecife:
“El cambio climático es la alteración de la temperatura promedio del planeta debido al incremento de la temperatura de la atmósfera y a la concentración de gases de efecto invernadero. Fuentes y el proyecto de medición que elabora con los bachilleres tienen razón, porque muchas especies que encontramos en el arrecife pasan su etapa juvenil en el manglar, de ahí la relevancia de que exista”.
“Muchas especies que encontramos en el arrecife pasan su etapa juvenil en el manglar, de ahí la relevancia de que exista”
La segunda etapa del proyecto Resiliencia Arrecifes de Puerto Morelos emprenderá a partir del 20 de septiembre la instrucción de buceo para cinco estudiantes seleccionados de la primera etapa, quienes aprenderán las técnicas de inmersión y control natural de procesos acuáticos para ser la avanzada del proyecto de medición en los arrecifes.
“Fuimos invitadas a participar y aceptamos porque es un objetivo claro en nuestra misión como empresa socialmente responsable el de retribuir a la comunidad en nuestras operaciones. Aún no vemos ganancias, pero estamos reforzando nuestro compromiso social”, señalan Inés López Ercilla y Tamara Adame Sánchez, propietarias de Manatus México, un combo de biología y buceo local cuya filosofía se basa en la conservación, buceo y educación.
“Nuestra actividad se apoya en la cultura de la conservación para promover buenas prácticas en las actividades acuáticas, apoyándonos en el conocimiento científico y poniendo el valor al conocimiento tradicional local. Manatus es una empresa socialmente responsable que ofrece actividades de buceo recreativo, científico y consultoría ambiental creada en 2015. Tenemos nueve meses de operación”, detalla Tamara Adame.
TESTIMONIOS DE BACHILLERES
Con el apoyo de la iniciativa Resilencia, el proyecto Misión: Manglar al Rescate destaca los testimonios de estudiantes de bachiller con respecto al cambio climático, la importancia del bosque de manglar y el impacto de la actividad turística y humana en el ecosistema y, tras la segunda fase, se busca documentar el impacto que se refleja en el blanqueamiento de las colonias de coral en el Parque Nacional Arrecife Puerto Morelos. El trabajo documental y gráfico elaborado será enviado para concurso en la Conferencia de las Partes de la Convención (COP) de la ONU.
“A causa del cambio climático, se prevé que millones de personas se tendrán que desplazar a causa de la erosión de la línea costera y de las inundaciones de los litorales”, resumen Wendy Valenzuela y Monserrat Báez.
“Una adaptación temprana al cambio climático será más económica que una de forzadas dimensiones”
Sofía Cutiz asegura que los manglares son grandes aliados en la mitigación del cambio climático al secuestrar grandes cantidades de carbono a través de su hojarasca. En ese sentido, sus compañeros Jeremías Balam y Brenda Verdín complementan: “una adaptación temprana al cambio climático será más económica que una de forzadas dimensiones”.
Para Elena Tun y Gerardo Mukul es claro lo que pasa en esta comunidad costera: “la vida moderna está causando una pérdida sin precedentes de especies en el manglar y, aunado a eso, el cambio climático agravará la situación creando un desequilibrio ecológico”.
“El aumento de la temperatura en el planeta está derritiendo los casquetes polares, por lo que muchas de nuestras costas se verán afectadas al incrementarse el nivel del mar”, remata Alex Xiu.
MANGLAR EN MÉXICO
Se estima que la superficie de mangle en México es de 770 mil hectáreas, 66% de las cuales se localizan sobre la costa atlántica y 34% en el Pacífico. En la península de Yucatán se encuentra más de la mitad de los manglares del país (5.4%). En Quintana Roo, una de las principales causas del deterioro es la deforestación para construir desarrollos turísticos.
Fotos: David Zarco
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