Causa conflicto en Rumania la mala fama de Florian Tudor en México

México se ha convertido en país muy complicado para Rumania, ya que es la “pesadilla” para su gobierno gracias a Florian Tudor, quien está en el ojo del huracán de su país desde hace más de seis meses cuando la investigación periodística  de la “Banda de la Riviera Maya” reveló la red de clonación de tarjetas y despojo de cuentas bancarias de turistas extranjeros en suelo mexicano.

Lideradas por Tudor (“Rechinu” como le conocen en su país), la banda ha operado libremente durante seis años en los cuales creó todo un emporio empresarias inmobiliario y adquirió más de una docena de bienes, de las cuales ninguna autoridad, ni municipal, estatal o federal se dio cuenta.

Recientemente, la prensa de Rumania prendió la alerta entre su población cuando a principios de febrero se difundió la detención de más de 200 rumanos en el Aeropuerto de Cancún, bajo la justificación de que el FBI y la policía de México buscaban minuciosamente entre los pasajeros al “asesino” rumano Florin Răducanu, de 37 años, quien mató a Aurel Trandafir, también conocida como Aly Sandoveanu.

México sin lugar a dudas se ha convertido en el lugar donde emigran decenas de rumanos con un historial delictivo dudoso, reconoce la prensa del país europeo cuyo gobierno, tras estos escándalos, invitó a sus ciudadanos a evitar viajar a México hasta que se esclarezca esta situación, Florian Tudor quien es investigado por el FBI y la UIF por lavado de dinero y delincuencia organizada, así como el “asesino” Florin Răducanu.

Medios de Rumania han dado seguimiento puntual a las publicaciones de los medios mexicanos desde que se dio a conocer la operación de la falsificación de tarjetas de crédito por parte de su paisano Florian Tudor y cómo logró amasar una enorme fortuna con miles de fraudes.

La semana pasada el ministro Bogdan Aurescu advertía a su contraparte mexicana sobre la situación de los ciudadanos rumanos a quienes se les negó el acceso a México y que aún se encuentran en espera de repatriación, incluidas familias con niños, siendo obligados a esperar en lugares en condiciones inapropiadas, especialmente los 114 ciudadanos romanos que se encuentra en Cancún.

El medio Adevarul, en Rumania, publicó que la sociedad rumana se encontraba perturbada por el hecho de que personas inocentes fueran catalogadas como delincuentes en las detenciones del Aeropuerto en Cancún. 

Esta semana la revista Newsweek, edición Rumania, explicó en un amplio reportaje que la policpia de Estados Unidos se encuentra investigando el internamiento en México del rumano Florian Răducanu, llamado Călăul, el cual disparó en la cabeza a su compañera de crimen Aly Sadoveanu el pasado 24 de enero.

La Policía de Anaheim, California, en Estados Unidos, informó en enero que el asesino huyó a México. En febrero empezaron a denunciar los casos de decenas de rumanos a los que no se les permitió ingresar a México, aunque hayan acudido con fines turísticos. 

Ante los controles exhaustivos sólo se permitió el acceso a algunos, pero la mayoría de los rumanos fueron bloqueados en el Aeropuerto Internacional de Cancún y las autoridades confiscaron sus teléfonos móviles y tabletas. 

Algunos lograron esconder sus teléfonos y pudieron transmitir en el país lo que está sucediendo en los aeropuertos mexicanos.

‘Cómo “Rechinu” asustó a México’, titula Newsweek esta semana en su edición rumana.

Diversos medios de aquel país replican las investigaciones de la prensa mexicana y han descrito que la banda de “Rechinu” tan pronto como obtenían la información de las cuentas de las tarjetas clonadas se entregaban a miembros del grupo cuyo rol era ir a Estados Unidos, India, Paraguay e Indonesia, donde las utilizaban para vaciar, en un instante, los fondos ajenos. 

Desde todos los destinos, el dinero se envió a Rumania, más precisamente a Craiova, donde las familias de los involucrados lo invirtieron en casas y autos de lujo o simplemente los enterraron, aseguran.

Los agentes del FBI encontraron que, además del dinero ganado por la clonación de las tarjetas, el grupo estaba ayudando a los rumanos que no tenían los documentos necesarios a cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, donde buscaban asilo. El tiburón ordenó la ejecución de un ex asociado, como en el caso de ‘Sadoveanu’, aseguran investigaciones de la revista.

Con el dinero obtenido de los delitos, Rechinu construiría un imperio inmobiliario en Craiova, Cancún y Brasil. Tenía dos edificios de apartamentos de 27 a 28 pisos en la playa de Cancún, compró terrenos en Brasil y construiría dos bloques de apartamentos en Craiova. También tenía la intención de construir un hotel en Rumania.

“El ladrón”, indica la publicación semanal, también está acusado presuntamente de ordenar el asesinato de su ex guardaespaldas, Sorinel Marcu. Un mexicano le disparó en la cabeza el 11 de junio de 2018, mientras conducía su automóvil en Cancún.

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