TULUM, Q. ROO. – La investigadora Pilar Luna Erreguerena, una de las pioneras en la arqueología submarina, trabajó en el análisis de restos de osos tremarctinos, de los cuales han sustraído dos ejemplares, así como de un perezoso gigante, tigres dientes de sable, pumas y pecaríes, del interior del cenote “Hoyo Negro”.
Según sus investigaciones, el nivel del agua ha subido más de 100 metros, pero en su momento ingresaron otras especies; a través de fotografías se han identificado 26 animales de 7 especies diferentes, algunos únicos, la mayoría extintos”. Acerca de los osos y perezoso, la arqueóloga subacuática mencionó que “no lo confirmo, pero lo adelanto” hallarlos en la península de Yucatán es una sorpresa. “Todavía hay mucho que investigar”.
LA RIQUEZA DEL CENOTE
“En esa oquedad hay muchos miles de años de historia: gonfoterios de más de 40 mil años; Naia de hace 12 y 13 mil años y otra megafauna con riqueza extraordinaria, dijo. Toda la riqueza arqueológica del lugar se debe ir extrayendo, en tanto que se asegure su preservación, pero también se requieren hacer modelos del sitio en tercera dimensión.
Adicionalmente, la especialista refirió que México posee una gran riqueza arqueológica en sus mares, inmersa entre los más de 11 mil kilómetros de litoral, a su vez dentro de hasta 200 millas náuticas, con distintos regímenes de jurisdicción, en el Pacífico, Mar de Cortés, Golfo de México y Caribe.
En este mudo marino, agregó, hay fundamentalmente vestigios de embarcaciones que navegaron hace 5 siglos y tuvieron accidentes que las hundieron. “En algunos casos hemos encontrado los barcos completos, en otras anclas —que en ocasiones muestran lo que fue un intento desesperado por evitar chocar contra arrecifes—, así como otros elementos aislados, como pesos que lanzaban para aligerar la nave y flotar”.
La arqueóloga refirió que si bien la mayoría de estos pecios no portaban carga que pueda ser codiciada hoy por los cazatesoros, sí existen naves y casos donde éstos han requerido permisos al gobierno mexicano para buscarlos, pero que fueron rechazados. Añadió que debido a la legislación del país, es improbable que en el futuro se otorguen estos permisos y si bien las batallas legales en años anteriores han sido persistentes, es casi seguro que ese tesoro permanecerá como un tesoro arqueológico.
“La riqueza patrimonial en las aguas de México es inmensa y no la conocemos en su mayoría. Realizamos un esfuerzo por hacerlo y lo que hemos encontrado hasta ahora es sorprendente”.
Fuente: Crónica
Fotos: Internet
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