El núcleo de la Tierra se caracteriza por una presión y una temperatura extremadamente altas. Y, durante más de medio siglo, los científicos han creído que las cavidades más profundas de nuestro planeta están compuestas por un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido densamente comprimida de aleación de hierro. No obstante, nadie sabe a ciencia cierta qué se esconde en las profundidades de la Tierra.
Ahora, una nueva investigación, publicada en la revista Nature, ofrece una visión poco frecuente de la estructura interna del planeta, y es mucho más extraña de lo que se pensaba.
¿Es sólido, líquido o una nueva forma de materia?
Un equipo de científicos, dirigido por el profesor Yu He, del Instituto de Geoquímica de la Academia China de Ciencias (IGCAS), determinó, con nuevas simulaciones por ordenador de alta presión y alta temperatura basadas en la teoría de la mecánica cuántica, que el núcleo interno de nuestro planeta se encuentra en un “estado superiónico”, que técnicamente no es ni sólido ni líquido, sino un extraño estado intermedio.
En concreto, el “estado superiónico” es una mezcla de moléculas de hidrógeno, oxígeno y carbono que se arremolinan continuamente en una red de hierro.
“Encontramos que el hidrógeno, el oxígeno y el carbono en el hierro hexagonal compactado se transforman en un estado superiónico bajo las condiciones del núcleo interno, mostrando altos coeficientes de difusión como un líquido”, escribieron los investigadores en su artículo.
“Esto sugiere que el núcleo interno puede estar en un estado superiónico en lugar de un estado sólido normal”, agregaron.
El núcleo sigue siendo un misterio
Incluso con estas nuevas conclusiones, el núcleo interno sigue siendo, en cierto modo, un misterio. Gracias a los datos de las ondas sísmicas, observando la una baja velocidad de las ondas de corte, sabemos que el núcleo interno es blando, lo que significa que no puede ser solo hierro sólido o una aleación de hierro, según informa Science Alert.
Algunos científicos creen que podría haber un segundo núcleo interno, mientras que otros piensan que, debido a la menor densidad de lo que cabría esperar del hierro puro, podría haber algunos elementos ligeros como aleación.
“Es bastante anormal”, dijo He en un comunicado. “La solidificación del hierro en el límite del núcleo interno no cambia la movilidad de estos elementos ligeros, y la convección de elementos ligeros es continua en el núcleo interno”, añadió.
“Nuestros resultados encajan bien con las observaciones sismológicas. Son los elementos de tipo líquido los que hacen que el núcleo interno se ablande”, afirmó, por su parte, el coautor Sun Shichuan, del IGCAS.
Según expertos, es poco probable que este trabajo sea la última palabra sobre el tema. No obstante, la investigación podría arrojar luz sobre uno de los misterios más antiguos de la ciencia terrestre: la composición de la estructura interna de nuestro planeta.
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