El nuevo coronavirus podría haber mutado en una región del extremo austral del Chile, en la Patagonia, donde se ha registrado una segunda ola de infecciones en las últimas semanas.
Científicos de ese país estudian los posibles cambios en el virus y su posible relación, tanto con el frio clima que ahí se registra, como con el aumento de infecciones.
En entrevista con Reuters, el doctor Marcelo Navarrete, de la Universidad de Magallanes, señaló que hasta el momento las investigaciones han detectado cambios estructurales en la proteína spike, que el virus utiliza para adherirse a las células humanas y expandirse por el cuerpo.
“Lo único que sabemos hasta la fecha es que esto coincide en tiempo y espacio con una segunda ola que es bastante intensa en la región” Marcelo Navarrete, investigador.
Desde el mes de septiembre y durante el actual, la remota región de Magallanes, donde abundan los glaciares y los fuertes vientos, ha registrado un salto en los casos de Covid-19, tras una primera ola que comenzó en marzo, cuando el coronavirus llegó a Chile.
Estudios previos en otros países han confirmado que el coronavirus puede evolucionar a medida que se adapta a sus huéspedes humanos.
Una investigación preliminar que analizó la estructura del virus luego de dos oleadas de infección en la ciudad de Houston, Estados Unidos, descubrió que una cepa más contagiosa dominaba las muestras recientes.
Navarrete reconoció que se han observado mutaciones similares en otros lugares, pero consideró que el relativo aislamiento y el duro clima de Magallanes pueden haber exagerado sus impactos.
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