CUERNAVACA, MORELOS. –Lo que inició como un video en redes sociales en el que se denunciaba que “por órdenes de la directora del DIF”, la ayuda proveniente de otros estados de la república sería almacenada en una bodega, se convirtió en una verdadera rebelión que, sin importar las amenazas de represión, logró arrebatarle al gobierno el control de la asistencia.
La Bajada Chapultepec, calle en el oriente de Cuernavaca, se convirtió en el epicentro de la movilización, luego de que corriera en todos los grupos de WhatsApp y luego en redes sociales, un video en el que un hombre mostraba a varios tráileres con ayuda, provenientes de Michoacán, varados sobre la calle a las afuera de la bodega, porque, presuntamente, habían sido obligados por policías a llegar a ese lugar.
La población se congregó en la zona para impedir el almacenamiento de la ayuda.
Los ciudadanos y ciudadanas comenzaron a denunciar con imágenes en redes sociales, lo que le daba certeza a la información, por lo que más gente desde distintos puntos de la capital se movilizaron hacia la zona.
El ambiente se fue calentando y los pobladores enardecieron cuando descubrieron que, en la bodega del DIF Morelos, a cargo de la esposa del gobernador perredista Graco Ramírez, Elena Cepeda de León, había varias toneladas de productos y víveres, sobre todo porque existe el llamado urgente de decenas de comunidades en las regiones de Morelos a donde hasta ahora no ha llegado la ayuda. Hubo varios conatos de enfrentamiento entre los ciudadanos y los policías.
Alrededor de las 6 de la tarde, el secretario de Gobierno, Matías Quiroz Medina, señaló en su cuenta de redes sociales que “habían identificado” al supuesto líder de los ciudadanos que se encontraban en esa zona, a quienes el funcionario calificó de “saqueadores”: “Se identifica a Gabriel Rivas líder de Morena en saqueo de centro acopio en bajada Chapultepec se procede a denuncia @gracoramirez”.
El gobierno está desviando los camiones con toda la ayuda en Cuernavaca para llevarlos a bodegas. ¡URGE RT!#RoboComoGraco #ApagaTelevisa pic.twitter.com/h68jkEZeta
— #FuerzaMéxico ??⚡ (@SoyTuiteroMX) 22 de septiembre de 2017
En respuesta, Rivas Ríos, exdiputado local opositor en tiempos de Jorge Carrillo Olea, y actual dirigente de la Asociación Cívica Gustavo Salgado, una organización conformada básicamente por personas de la tercera edad, publicó en sus redes sociales que todo el día estuvo en los municipios:
“A los amigos, vecinos y ciudadanos en general, les informo que estamos llevando los víveres a los damnificados que lo necesitan, los diferentes municipios, pero ahora Matías Quiroz, nos acusa de haber saqueado la bodega del DIF donde estaban almacenando la ayuda que tanto necesita la gente, incluso pretende denunciarme penalmente a mi y a otras personas. No fue una acción mía, fue de la ciudadanía, se hizo porque no confiamos en que lo llevarán y porque el apoyo no es para guardarlo, sino para entregarlo a los que lo necesitan”.
Más tarde, también la esposa de Graco Ramírez, Elena Cepeda, advirtió que denunciaría penalmente a todos “los saqueadores” que se congregaron en la bodega del DIF. Esto no amedrentó a la población, más bien la enojó más.
Comenzaron entonces a circular denuncias de otros puntos donde la policía del Mando Único impedía la llegada de la ayuda.
En la Glorieta de la Paloma de la Paz, la gente bloqueó el paso a los tráileres que llegaban con ayuda y que serían escoltados a las bodegas del DIF. También hubo una versión de que desde la caseta de Tlalpan se comenzaba a detener los camiones para evitar que entraran directamente a las comunidades de Morelos.
A las 10 de la noche, y ante el hecho de que las amenazas de acción legal contra “los saqueadores” no causaba el efecto de desmovilización, el comisionado de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, apareció en un video en redes sociales para advertir que “impondría el orden” y con la policía realizaría operativos para detener “a estos sujetos” “que son unos cuantos”. Además, “recomendó” a la población no salir de sus casas.
A las 11 de la noche arribaron a las instalaciones del DIF, unos 30 elementos del Mando Único, pero para ese momento había alrededor de 500 ciudadanos organizados y con sus propios autos, sacando los víveres y tomando datos de dónde los entregarían.
La situación se tensó, pero los elementos policiacos ni siquiera hicieron el intento de actuar contra los ciudadanos que los superaban y quienes contenían el enojo y la indignación por el insulto del Elena Cepeda de llamarlos “saqueadores”.
Pasada la media noche, arribó al lugar el propio Capella Ibarra, quien cambió de inmediato la actitud y pasó de la bravuconería a la mansedumbre de quien se sabe completamente superado. Comenzó entonces a negociar. Realizó con la gente un recorrido por la bodega y el encargado de la misma le informó que había 90 toneladas de ayuda que no se habían distribuido.
La gente enfureció más y continuó sacando la ayuda. A las 2 de la mañana, el jefe policiaco y la gente alcanzaron el acuerdo de cerrar la bodega y de no abrirla hasta las 7 de la mañana de este viernes, para que los ciudadanos siguieran llevando la ayuda de forma directa, con el apoyo de la policía. (Fuente: Proceso).
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