Desde la segunda quincena de enero de 2023, un cometa que no ha pasado cerca de la Tierra y el Sol en 50,000 años podrá ser visible a través de binoculares y, si se tiene suerte, también a simple vista.
El objeto celeste es conocido como C/2002 E3 (ZTF). Las siglas ZTF hacen referencia al Zwicky Transient Facility, un proyecto destinado a buscar en el hemisferio norte aquellos fenómenos astronómicos denominados de corta duración que pueden ir desde explosiones de novas y supernovas.
Este cometa está compuesto por hielo y polvo y suele emitir un aura verdosa. De acuerdo a los cálculos de los astrónomos podría tener un diámetro de alrededor de un kilómetro.
De acuerdo a información de la NASA, el 1 de febrero el cometa estará en su posición más cercana a la Tierra, pues se encontrará a 42 millones de kilómetros.
Ese día será más visible para el ojo humano en los espacios oscuros. Sin embargo, el 31 de enero y el 2 de febrero también se podrá observar pero con menor intensidad.
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