En los años 50, se construyeron varias bases subterráneas para prevenir un ataque nuclear.
En los 60 una de estas bases fue abandonada y después transformada en un lujoso búnker subterráneo con 14 pisos de profundidad, para que varias personas afortunadas tengan un lugar seguro y cómodo, para resguardarse de alguna situación apocalíptica.
Lo primero que se observa es una gran cantidad de puertas de gran grosor y un material altamente resistente, solamente para acceder a la primera habitación, donde hay una increíble piscina.
Dos pisos más abajo se encuentra una sala donde se monitorea todo el interior y exterior del Búnker. En el tercer piso se encuentra el almacén de comida, la cual en su mayoría es pescado o productos enlatados.
Debe ser autosustentable
Cabe mencionar que en el tercer piso también hay un área de cultivos y un estanque donde se crían peces.
Las habitaciones tenían la apariencia de un cuarto de hotel lujoso, cabe mencionar que cada uno de los condominios en el búnker costaba alrededor de 2.5 millones de dólares.
Sé el primero en comentar