El pozo tiene una profundidad de 12.262 metros, lo que lo convierte en el objeto científico de su tipo más hondo del mundo.
La historia de la instalación comenzó en 1970, y se debió a la carrera entre la URSS y EE.UU. para llegar a la discontinuidad de Mohorovicic, el límite entre la corteza y el manto terrestre.
En 1983 se había logrado alcanzar una profundidad de 12.066 metros, pero al año siguiente la perforadora se rompió y una sección del aparato se quedó en el túnel principal, de manera que los científicos tuvieron que empezar labores de nuevo en el túnel de reserva.
Ocho años más tarde consiguieron llegar a la profundidad actual. A ello siguieron dos averías más que impidieron continuar la perforación. En 2008, la instalación fue oficialmente cerrada.
La leyenda más famosa relacionada con el pozo de Kola cuenta que al alcanzar los 12.000 metros los investigadores escucharon, a través de micrófonos, los gritos de los pecadores atormentados en el infierno.
De hecho, la historia se originó en un diario finlandés, que la publicó el 1 de abril de 1989, pero al poco tiempo ya la divulgaban medios de todo el mundo, dando al pozo superprofundo una inesperada popularidad.
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