Tras un incendio en un edificio en el centro de Johannesburgo, Sudáfrica, que se registró la madrugada del jueves, en el que murieron alrededor de 74 de personas, entre ellas 12 niños; autoridades continúan este viernes con los protocolos de búsqueda de parte de perros policías entre los escombros.
Ante ello, autoridades pidieron a los familiares de los fallecidos que acudieran a la morgue para identificar los cadáveres, mientras continúan con las operaciones de búsqueda en el lugar, ya que no muchos pudieron escapar y por lo que los accesos quedaron bloqueados por la presencia de rejas usadas para impedir la entrada malhechores, en aquel barrio con mala reputación.
Cabe mencionar que tras el incendio se inició una investigación, aunque la tragedia revivió el debate sobre estos edificios abandonados que caen en manos de arrendadores sin escrúpulos y bandas mafiosas, que lo alquilan sobre todo a migrantes o sudafricanos muy pobres y que según las autoridades, los edificios están desconectados de la red eléctrica y donde la gente se calienta, cocina y se ilumina con gas o parafina.
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