Corea del Norte hizo el lanzamiento de un nuevo y gran misil balístico intercontinental (ICBM), informaron los medios estatales el viernes, en una prueba ordenada por su líder Kim Jong Un, quien dijo que busca demostrar el poder de su fuerza nuclear y disuadir cualquier movimiento militar de Estados Unidos.
El lanzamiento del jueves fue la primera prueba completa de un ICBM por parte de Corea del Norte con armas nucleares desde 2017. Los datos de vuelo indicaron que el misil voló más alto y más lejos que cualquier prueba anterior norcoreana antes de estrellarse en el mar al oeste de Japón.
Llamado Hwasong-17, este ICBM es el mayor misil de combustible líquido jamás disparado por cualquier país desde un lanzador móvil, según analistas.
Su alcance y tamaño también sugieren que Corea del Norte planea llenarlo con múltiples ojivas que podrían alcanzar varios objetivos o con señuelos para confundir a las defensas, según analistas.
Kim ordenó la prueba debido a la “tensión militar que se intensifica a diario en la península de Corea y sus alrededores” y a la “inevitabilidad de la larga confrontación con los imperialistas estadounidenses, acompañada del peligro de una guerra nuclear”.
La vuelta de Pyongyang a las pruebas de armas consideradas capaces de alcanzar a Estados Unidos supone un desafío directo al presidente Joe Biden, mientras que esté implicado la invasión de Rusia a Ucrania.
También plantea la perspectiva de una nueva crisis tras la elección de una nueva administración surcoreana conservadora que ha prometido una estrategia militar más enérgica hacia el Norte. Por su parte, el presidente electo de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, dijo que el Norte no tiene nada que ganar con las provocaciones.
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