CIUDAD DE MÉXICO.- Desde la perspectiva de algunas empresas de comunicación digital, en México, los medios de comunicación escritos estarían resintiendo el embate de la crisis sanitaria al grado de tener parada la distribución de sus ejemplares y reducido el tiraje hasta en un 80 por ciento, cifra histórica para ese sector de la dispersión de noticias.
Sin embargo, los medios de comunicación escritos en México, han resentido una baja progresiva en sus ventas, pero sobre todo, en los montos que les representan los convenios establecidos con instituciones públicas, principalmente con el Gobierno de México.
EL VELORIO DE LOS PERIÓDICOS EN MÉXICO
Durante las administraciones federales priistas y panistas en México, los convenios de publicidad para medios de comunicación representaron un dispendio que, tan sólo para el último año de la administración de Enrique Peña Nieto, representó el ejercicio de 8.9 mil millones de pesos, para entonces, unos 476 millones de dólares.
Estos datos, corresponden al ejercicio 2018, ello se reflejó en el número de empleados, tirajes y en vivir en la comodidad de lo que representaba, no sólo el dispendio, sino el ejercicio del “cuarto poder”.
FRANCISCO VIDAL BONIFAZ, DOCUMENTALISTA DE LA CRISIS DE LOS MEDIOS
En 2017, Francisco Vidal Bomifaz, profesor de la Universidad Panamericana y reportero durante décadas del sector económico apuntó en una entrevista para “Proceso”:
“La descomposición del Estado mexicano está acelerando la crisis del periodismo. Lo está hundiendo más porque muchos medios no tienen un compromiso con sus lectores sino sólo con los gobernantes o políticos que los financian”.
Y este compromiso con los lectores tenía que ver con diversos factores que algunos de los medios no pudieron analizar; por ejemplo, el caso de Estados Unidos, donde la decadencia de los medios tradicionales comenzó con mucha anticipación y para muestra, un botón; en 2011 The Washington Post tuvo una drástica caída del 12% en sus ingresos publicitarios y desde 2009, inició un recorte de personal en todas sus áreas, incluyendo a los trabajadores de la revista electrónica ‘Slate’.
En 2013, Jeff Bezos, fundador de Amazon, compró el Post por poco más de 200 millones de dólares y en el 2017 esperaba que se contrataran 60 nuevos periodistas.
Con toda esta anticipación, la noticia de la agonía de medios tradicionales fue cotidiana en Estados Unidos, pero el periodismo en México tuvo otra lógica para operar, sólo con base en el monto de los convenios que la administración federal disponía para cada uno de ellos.
Hubo incluso “lujos” que sólo esas administraciones se pudieron permitir, por ejemplo, “regalar” a un empresario libanés de Toluca, Naím Libién, el uso del nombre del legendario “Demócrata de México” y más recientemente, el nombre de otro ícono del periodismo nacional, el “Uno más Uno”.
La descomposición del Estado mexicano está acelerando la crisis del periodismo. Lo está hundiendo más porque muchos medios no tienen un compromiso con sus lectores”
Francisco Vidal Bonifaz, documentalista de la crisis de los medios
QUINTANA ROO, “LA TIERRA PROMETIDA”
En medio de una crisis de identidad y de valores en el periodismo mexicano, luego del asesinato del periodista independiente, Manuel Buendía Téllez-Girón; de la crisis del periódico “Excélsior”, del conflicto laboral creado en el entonces “UnomásUno”, empresarios y oportunistas políticos inauguraron verdaderos íconos del servilismo y “gatillerismo” periodístico en Quintana Roo.
En esa lógica surgieron propuestas como “Respuesta”, entre otros, los cuáles se ofertaron a los gobernadores en turno, a fin de obtener las prebendas de la abyección.
EL CONSERVADURISMO EN MEDIO DE LA REVOLUCIÓN DE LOS MEDIOS
En la misma entrevista ya descrita, el investigador y periodista de economía, Francisco Vidal, anticipó, desde julio de 2017: “en el caso de los periódicos mexicanos, estamos viviendo una situación muy similar a la que se produjo en la revolución industrial, cuando se acabó el telar artesanal y comenzó el telar industrial.
A los románticos que defendían el viejo modelo se les llamó ‘ludistas’ y quienes creen que prevalecerá a toda costa el medio impreso son los ‘ludistas’ del periodismo”.
EL RECORTE DE LAS PREBENDAS
Las nuevas administraciones ejecutivas, encontraron que, en los “convenios” que se pagaban a los medios de comunicación, había muchos más intereses que el sólo compromiso con la comunicación social y que, el ejercicio del dinero público para mantenerlos, representaban mucho más que los presupuestos de una o varias juntas, dependencias de las administraciones municipal, estatal y federal.
Así, desde el cambio de régimen en Quintana Roo y luego en la administración federal, se consideró recortar los presupuestos destinados a los medios de comunicación tradicional.
En la esfera federal, representó, de inicio, el recorte del 50% de ese presupuesto, considerando lo que se declaró oficialmente en el ejercicio 2018, –3.952 millones de pesos (unos 209 millones de dólares), aunque, como ya lo dijimos, se ejercieron 2 o 3 veces más.
EL PERIODISMO ESCRITO EN TIEMPOS DEL COVID
Un artículo publicado en el portal norteamericano dedicado al público latino Latin.us, “el Covid-19 no solo infectó a los seres humanos, también a los medios de comunicación impresos, que ante la crisis sanitaria se vieron obligados a fuertes cortes y modificaciones en sus tirajes”.
El portal que se caracteriza por tener entre sus colaboradores a Brozo y a Carlos Loret de Mola, entre otros, asegura que, “los periódicos están en terapia intensiva. Fuentes al interior de la Unión de Voceadores de México, indicaron que por lo menos el 70% de los voceadores están en sus casas, percibiendo el salario mínimo y el tiraje general está reducido en por lo menos un 80%”.
El articulo apunta que, “el diario Crónica anunció el cierre de sus ediciones impresas: Crónica de Hoy, La Crónica de Jalisco y La Crónica de Hidalgo, medida que replicaron otros impresos como El Financiero, Récord y El Economista”.
En todos los casos, el camino que tomaron las publicaciones es el de dirigir sus fuerzas operativas a sus páginas digitales.
De acuerdo con datos de The Global Web Index, en lo que va de esta pandemia y las subsecuentes medidas de seguridad, revisar prensa online es la tercera actividad más realizada por las personas entre los 25 y 39 años de edad, solo por debajo de observar videos y ver televisión vía servicios de streaming.
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