Cuentan su paraíso “niños de Auschwitz”

El Festival Pantalla de Cristal otorgó el Premio al Mejor Documental por Valor Testimonial a la obra en la que hablan 13 de los “Niños de Auschwitz”

 

MONTERREY, NL.- En medio del infierno que miles vivieron en aquel campo de concentración de la ahora Polonia, hubo un lugar en el que las familias judías permanecían unidas, y sus niños y niñas podían correr, jugar y aprender, cuenta el documental Paraíso en Auschwitz.

Este largometraje realizado por Aarón y Esther Cohen se presentará el próximo martes a las 20:30 horas en el Cinema Río 70, en una función con entrada libre organizada por la comunidad judía de Monterrey.

Esta semana, el Festival Pantalla de Cristal otorgó en la Cineteca Nacional el Premio al Mejor Documental por Valor Testimonial a este trabajo en el que hablan 13 de los llamados “Niños de Auschwitz”, hoy hombres y mujeres que viven en diferentes ciudades del mundo.

Los Cohen, un matrimonio dedicado a la comunicación en la Ciudad de México, y que ya han hecho diversos audiovisuales sobre el Holocausto, decidieron realizar este trabajo cuando supieron de aquellos albergues familiares a través de Bedrich Steiner, un judío que desde 1968 vive en el País.

“Bedrich nos habló de un campo familiar a donde llegaron (él y varios niños judíos más)”, comenta Esther, la productora.

“Cuando la gente llegaba a Auschwitz los seleccionaban para ir a la cámara de gas o para trabajos forzados y finalmente asesinarlos.

“Pero a este grupo de judíos, entre los que iba Bedrich Steiner, no, ellos mantuvieron sus ropas de civiles, no los raparon, sino que los mandaron a este campo familiar donde acudían diariamente a un lugar donde los entretenían, aprendían y convivían con los demás niños”.

El caso de estos albergues o barracas familiares fue único, cuenta Esther. A los nazis les interesaba tener un campo “modelo”, ante los cada vez mayores cuestionamientos internacionales sobre lo que pasaba sigilosamente con los judíos.

El trabajo rescata el testimonio de aquellos niños y niñas que hoy viven en ciudades como México, Boston, Praga, Jerusalén y Londres, pero también la figura del judío alemán Henry Hirsh, personaje que por su homosexualidad fue olvidado por la historia, cuenta Esther.

“Él les organizaba actividades a los niños, hacía juegos, les enseñaba deportes, ejercicio, a hacer actividades como arte, cultivar plantitas, pintar. Los ayudaba a olvidarse un poco de lo que estaban viviendo.

“Los judíos estaban siendo privados de todos sus derechos y los niños no sabían lo que estaba pasando. De alguna manera él los protegía para que pudieran seguir viviendo, educándose, aprendiendo para que pudieran hacer su vida lo más normal posible”.

Cuando en Estados Unidos y en México surgen voces homofóbicas, Esther y Aarón señalan la importancia de difundir este trabajo.

Fuente: Agencia Reforma

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