CIUDAD DE MÉXICO.- Frente a la estadística que mantiene a México en el segundo lugar en obesidad infantil y adulta, el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” integró un equipo multidisciplinario para contener este problema de salud en niños y adultos a través de la Clínica de Obesidad.
A cinco años de que entró en funciones, ya hay resultados en pacientes como Lilia Aviña, quien hace tres años pesaba 135 kilos y, tras recibir tratamiento para mejorar la dieta diaria y luego de una cirugía de bypass gástrico, actualmente tiene un peso corporal de 69 kilos y goza de buena salud.
“Yo estuve en tratamiento año y medio antes de la cirugía y, después de la cirugía, todavía dos años más, pero ahorita ya no tengo consultas.
“Me ha cambiado la vida para bien, estoy bien de salud y ahora puedo hacer cosas que antes no podía como el quehacer en mi casa, agacharme y poderme poner unas medias y también voy a unas clases de baile de salsa. Antes no podía ni caminar porque me cansaba mucho”, cuenta Lilia.
César Athié, director del hospital, explicó que la Clínica de Obesidad atiende tanto a niños como a adultos, quienes son evaluados por un equipo multidisciplinario conformado por pediatras, endrocrinólogos, psicólogos, nutriólogos, médicos del deporte y rehabilitadores.
En el caso de los pacientes adultos, abundó el doctor Adolfo Velasco, la obesidad en ocasiones está ligada a problemas de diabetes.
Los adultos que llegan a la Clínica de Obesidad, continuó, tienen la opción de acceder a tratamiento médico y quirúrgico, como las cirugías de bypass gástrico, minibypass y manga gástrica.
De acuerdo con datos estadísticos de la Clínica de Obesidad, en 2015 se atendieron mil 36 pacientes con obesidad y 258 pacientes con obesidad y diabetes recibieron tratamiento quirúrgico.
“Aproximadamente, 5 por ciento de nuestra población son pacientes que son diabéticos, los pacientes que tienen una relación entre obesidad y diabetes corresponden a un 10 por ciento y, el resto de los pacientes que tienen obesidad tienen intolerancia a los carbohidratos y, en un tiempo aproximado de cinco años, esta población que no se trate va desarrollar diabetes”, indicó Velasco.
En el caso de los niños que llegan a la clínica, Nayely Garibay, endocrinóloga infantil, informó que inicialmente llegan referidos de otros hospitales, se hace una recopilación de sus datos y una recomendación general de hábitos en la ingesta de alimentos.
A la siguiente semana, los menores tienen una visita a la nutrióloga y son citados una vez al mes, de 7:00 a 8:00 de la mañana para participar en una rutina de activación física en compañía con sus papás. Esta etapa suele durar cuatro meses y después pasan a un programa de seguimiento de siete meses.
“En general, lo que vemos es que el niño que tiene sobrepeso tiene a uno o dos familiares que también tienen sobrepeso”, apuntó Garibay.
Hasta ahora, continuó, en los últimos cinco años se han atendido en la Clínica de Obesidad un total de 2 mil niños que pasaron de un grado de obesidad a sobrepeso y continúan en seguimiento médico hasta que alcancen la talla adecuada conforme a su estatura.
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