A un mes de la eliminación de los New England Patriots de los Playoffs, todavía hay una gran incógnita sobre el futuro de la franquicia, acaso la más grande en sus últimos 20 años: ¿Qué pasará con Tom Brady en la próxima temporada?
El mariscal de campo es – posiblemente – el más grande de todos los tiempos y será el más longevo (42) en la próxima campaña tras el retiro de Adam Vinatieri (47).
No hay nada concreto
Sin embargo, aún hay dudas con respecto a su continuidad en los Pats, algo con lo que el propio Brady ha jugado en sus publicaciones en redes sociales, haciéndose el misterioso.
Incluso fue un paso más allá y lanzó un anuncio en un comercial durante el Super Bowl, en el que dijo que “no irá a ningún lado”.
Fuentes confiables
A pesar de todo, el que parece tener información de la buena es Michael Irvin, una leyenda de la NFL y ex Dallas Cowboys, que mantiene una relación estrecha con el dueño de su ex franquicia, Jerry Jones.
Según The Playmaker, “gente muy importante” le dijo, durante el Super Bowl, que el equipo de Tejas iría por TB12 en la temporada baja. Considerando su relación con el dueño, todo apunta a que fue el propio Jones quien le sugirió esa posibilidad.
De todos modos, Irvin tuvo que volver a hablar tras sus comentarios iniciales para indicar que “nadie de los Dallas Cowboys” le dijo absolutamente nada.
Así, habría que ver de dónde sacó esa información o si, en verdad, desde el Equipo de América le advirtieron que no dijera nada para poder negociar en paz.
La llegada de Brady a Dallas parece un escenario ideal para el flamante entrenador Mike McCarthy y, sobre todo, para la gerencia, que sigue negociando con Dak Prescott.
Si pudiera quedarse con la leyenda viviente, podrían poner el franchise tag sobre el joven mariscal para intercambiarlo y poner a un líder nato y con una experiencia increíble al mando de un transformado equipo.
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