En Guadalajara un enfermero de la Cruz Verde fue privado de su libertad junto con su hijo mayor por un grupo de encapuchados, los cuales al parecer se equivocaron de objetivo.
En el lugar había siete personas de la misma familia, incluyendo mujeres y un bebé, que fueron obligadas a tirarse al piso en medio de la oscuridad.
Tras preguntarles “dónde estaban las armas” y buscar y no encontrar nada, los encapuchados exigieron que les dijeran cómo se accedía a la casa de arriba, el 136 A.
Martín Montes, el enfermero, y sus parientes no conocían a sus vecinos, pues el lugar era habitado y deshabitado frecuentemente.
“Él estaba completamente aturdido, dormido aún. Él nomás volteaba y los veía. Él no contestó y en ese momento le dieron un cachazo”, narró el familiar.
Tras varios minutos, los hombres comenzaron a retirarse, pero uno de ellos -de último momento- decidió llevarse a Martín y a su hijo.
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