En la laguna de Bacalar al menos 10 embarcaciones se hundieron debido a los fuertes vientos y marejada ocasionada por la Tormenta Tropical “Amada”.
Propietarios de las unidades afectadas se dedicaron a las maniobras de rescate ya que estas lanchas son su principal fuente de ingresos, sacando con poleas atadas a camionetas las embarcaciones que estaban bajo el agua desde la tarde del lunes.
Los afectados unieron fuerzas para que el trabajo de rescate fuera menos forzoso y se agilizar para poder poner las unidades y sus aditamentos como toldos, salvavidas, motores, entre otros en tierra firme.
Por lo pronto los ha dejado inactivos hasta hacer las reparaciones de sus lanchas y motores fuera de borda que quedaron llenos de agua y que para volver a arrancarlos deberán invertir hasta cuatro mil pesos.
David Martínez, quien cuenta con servicio de hospedaje a la orilla de la Laguna de los Siete Colores, comentó que las condiciones climatológicas de los últimos días dejaron estragos en los prestadores de servicios náuticos, desde domingo por la noche los fuertes vientos y lluvias fueron el atractivo del cuerpo de agua.
La afectación fue principalmente por el hundimiento de las embarcaciones que se utilizan para los tours de los visitantes, los tradicionales paseos en lancha que esperan se reactive totalmente a partir de este mes.
De acuerdo con las autoridades estatales, a partir del 1 de junio el Plan Reactivemos Quintana Roo considera el 30% de las actividades turísticas al reinicio paulatino y gradual de operaciones, aunque el clima complicó ese escenario.
Alexander Zetina Aguiluz, presidente municipal de Bacalar, informó que son alrededor de 200 embarcaciones dedicadas a los servicios turísticos, es decir que en teoría y en la práctica unas 60 se reactivaría.
“Marinas turísticas y actividades náuticas públicas y privadas”, fueron consideradas en la reactivación gradual de las principales actividades, toda vez que Bacalar está en color rojo en el semáforo de ese Plan.
