El gobierno de Nicolás Maduro calificó de “golpe de Estado” la marcha de más de un millón de personas que tomó Caracas el jueves
CARACAS, Venezuela.- La megamarcha opositora en Venezuela no fue más que un intento de llevar a cabo asesinatos y perpetrar un golpe de Estado.
Tal es el relato que presentó ayer el gobierno de Nicolás Maduro respecto a la llamada “Toma de Caracas”, manifestación llevada a cabo este jueves para exigir la convocatoria de un referendo revocatorio contra el Presidente.
“La movilización opositora pretendía causar angustia en la población venezolana, porque buscaban concretar objetivos desestabilizadores”, dijo ayer la canciller Delcy Rodríguez en una reunión con el cuerpo diplomático venezolano.
“Hemos derrocado los actos terroristas y de violencia”, añadió el Ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol.
Más de un millón 100 mil personas se reunieron en tres avenidas de Caracas para la marcha del 1 de septiembre, según la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Imágenes dan cuenta de lo colmados que estuvieron los puntos de reunión, aunque el chavismo afirmó ayer que sólo hubo 30 mil asistentes.
En los días antes de la manifestación, el ex Alcalde Daniel Ceballos fue transferido de arresto domiciliario a una prisión de máxima seguridad. El gobierno chavista explicó ayer que eso fue porque encontraron en la casa del opositor archivos sobre planes desestabilizadores que los llevaron a un lote de armas y material explosivo.
“Frustramos el golpe de Estado”, sentenció el ministro Reverol, quien justificó así la detención de tres líderes opositores esta semana: el diputado Yon Goicochea; el presidente del partido Avanzada Progresista, Carlos Melo, y, ayer, el Alcalde municipal Delson Guarate.
La MUD rechaza tajantemente tales acusaciones, y convocó a nuevas manifestaciones para este 7 y 14 de septiembre.
“Qué golpe de Estado va a buscar la oposición cuando venimos de arrasar (las elecciones parlamentarias) del 6D y las encuestas nos dan como mayoría”, dijo Jesús Torrealba, secretario general de la MUD.
El propósito de las protestas es apurar al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que el referendo revocatorio contra Maduro se celebre este año.
La consulta, prevista por la constitución del país sudamericano, establece que un Mandatario pueda ser destituido por el pueblo a partir de su segundo año en el poder, que Maduro cumplió este enero. Si el referendo se celebra antes del 10 de enero de 2017, se convoca automáticamente a nuevas elecciones.
De otro modo, el vicepresidente Aristóbulo Isturiz asume el cargo.
Para la convocatoria del referendo, la oposición debe cumplir con dos fases: la reunión de las firmas de 1 por ciento del electorado, ya avaladas por el CNE, y otra recopilación de las rúbricas del 20 por ciento de los votantes, alrededor de 4 millones de personas.
El CNE no ha dado fecha para llevar a cabo la segunda fase.
Foto: Clarín
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