La Asamblea de Chile eligió a los 50 miembros del consejo que redactarán una nueva propuesta de Constitución para reemplazar la actual Carta Magna. Sin embargo, ha generado controversia que la mayoría de los redactores elegidos pertenecen a la ultraderecha, lo que ha generado preocupación entre los sectores más progresistas del país.
La nueva Constitución tiene como objetivo reemplazar la actual, que fue heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y que ha sido criticada por algunos por no ser suficientemente democrática y por favorecer a los intereses de las élites económicas del país.
El Partido Republicano se ha proyectado como el más votado de la jornada con el 36% de los apoyos, según el Servicio Electoral (Servel), mientras que la coalición de izquierda que respalda al presidente Gabriel Boric alcanzaba apenas el 28% de los votos. La elección de los redactores ha generado preocupación entre los sectores de izquierda, quienes temen que la nueva Constitución refleje las posturas de la ultraderecha y no incluya suficientes garantías para los derechos sociales y económicos.
La redacción de la nueva Constitución es vista como un momento histórico en la historia de Chile, y muchos esperan que la nueva Carta Magna refleje las demandas de los sectores más progresistas del país.
