Moscú destruyó un satélite ruso y sus escombros rozaron un satélite chino, autoridades espaciales calificaron el incidente como extremadamente peligroso.
El programa espacial de los chinos, incluye el lanzamiento de satélites de observación, de posicionamiento -con objetivos militares o civiles- y el envío de sondas a la Luna o a Marte, así como misiones tripuladas.
El ministerio de Defensa ruso había admitido a mediados de noviembre, después de un día de silencio, haber pulverizado con un tiro de prueba de misil el Kosmos 1408, un viejo satélite que databa de la era soviética.
Estados Unidos mencionó que lo ocurrido generaba una “nube” de desechos potencialmente peligrosos para la Estación Espacial Internacional (EEI), sus ocupantes, y para otras naves espaciales.
Por su parte, Pekín había denunciado una “grave amenaza” a la seguridad de sus astronautas después de que las naves de la compañía, fundada por el multimillonario Elon Musk, casi chocaran con la estación espacial china.
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