SEÚL, COREA.- Corea del Norte ha lanzado un nuevo misil balístico. El ensayo, del que ha informado la agencia de noticias surcoreana Yonhap, es el primero que lleva a cabo el Gobierno de Kim Jong-un desde el disparo de un cohete a mediados del pasado septiembre que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido.
“Corea del Norte ha lanzado un misil balístico no identificado en dirección al este desde las cercanías de Pyongsong, provincia de Pyongan del Sur”, explicó en un breve comunicado el Estado Mayor Conjunto surcoreano. A los pocos minutos de producirse el lanzamiento, el Ejército del Sur ha ensayado un “ataque de precisión” con misiles en respuesta a la acción de Pyongyang, aunque no ha precisado por el momento más detalles sobre este ejercicio.
Expertos del Gobierno estadounidense ya habían alertado este martes de que Corea del Norte podría realizar una nueva prueba en cuestión de días. Fuentes de seguridad niponas también habían confirmado señales de radio que apuntaban en este sentido.
Desde febrero, Corea del Norte ha lanzado más de una quincena de misiles. Su objetivo declarado es contar con la capacidad de atacar territorio continental estadounidense con bombas nucleares montadas sobre misiles intercontinentales. Pyongyang rechaza cualquier negociación que suponga parar o abandonar su programa nuclear o de misiles, al alegar que se trata de una medida disuasoria para hacer frente a la “amenaza constante y política hostil” practicada por Estados Unidos.
Este verano probó con éxito en dos ocasiones el lanzamiento de un misil intercontinental, lo que es considerado por los analistas como un gran avance en su capacidad balística, y amenazó con poner a la isla estadounidense de Guam en su punto de mira. Además, Pyongyang realizó su sexta prueba nuclear, la más potente de su historia, en la que supuestamente detonó con éxito una bomba de hidrógeno que puede equiparse en un misil de alcance intercontinental.
En agosto y septiembre, dos de sus misiles sobrevolaron territorio nipón sin previo aviso, lo que no ocurría desde el lanzamiento de un satélite artificial norcoreano en 1998. Como respuesta, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acordó ampliar las sanciones contra Pyongyang, taponando sus importaciones de petróleo.
En los últimos meses no solo ha aumentado notablemente la capacidad balística de Corea del Norte, sino que también se ha elevado la tensión entre Pyongyang y Washington, que ha quedado ejemplificada en los insultos que se han propinado Donald Trump y Kim Jong-un.
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