El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes la retirada del país de la Unesco, efectivo el 31 de diciembre de 2026, debido a que la membresía en la organización no contribuye a sus intereses nacionales.
“Hoy, Estados Unidos informó a la Directora General, Audrey Azoulay, sobre su decisión de retirarse de la Unesco. Continuar participando en la Unesco no redunda en el interés nacional de EE.UU.”, indicó la protavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, en un comunicado, por considerar que la agencia cultural y educativa de la ONU tiene un sesgo contra Israel y promueve causas “divisivas”.
La directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, lamentó profundamente la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de retirar de nuevo a su país de la organización, pero aseguró que estaban preparados para ello, incluido a nivel presupuestario.
“Aunque lamentable, este anuncio era previsible y la Unesco se ha preparado para ello”, señaló Azoulay en un comunicado tras la decisión estadounidense, anunciada por una portavoz del Departamento de Estado.
Según precisaron fuentes de la Unesco, la decisión de EE.UU. se trata en realidad de una “decisión política bastante personal” sobre la que la agencia no se hacía falsas esperanzas, especialmente teniendo en cuenta que el retorno de 2023 había sido una iniciativa personal del presidente Biden.
La agencia de la ONU con sede en París detalló que la contribución estadounidense representa el 22 % de su presupuesto regular pero solo el 8 % de su presupuesto total, que se nutre, además de las contribuciones obligatorias de los miembros, de aportaciones voluntarias de países, entidades sociales y donantes.
Esta es la tercera vez que Estados Unidos se sale de la Unesco, organización de la que fue uno de sus miembros fundadores en 1945 y uno de los primeros signatarios de su constitución, que entró en vigor el 4 de noviembre.
La primera retirada, a la que se suman las dos de Trump, tuvo lugar tuvo lugar en 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan, en protesta contra lo que el mandatario consideró una mala administración económica y excesiva “politización” -en el contexto de la Guerra Fría-, cuando aportaba la cuarta parte de su presupuesto. Solo retornó en octubre de 2003, durante la jefatura de Estado de George W. Bush.
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