MÉXICO.- La realidad es que todos los días mientras caminamos por las calles podemos ver miles de colillas de cigarros tiradas en los parques, avenidas, etc, ya que en México no hay una cultura real de “tirar la basura en su lugar”.
Y aunque cada vez son más las personas que se hacen cargo de sus colillas de cigarro, guardándolas en una cajita para tirarlas después, aún es muy poca la población de fumadores responsables.
Pero alguien preocupado por la contaminación que genera ha aprovechado que las colillas de cigarro son reciclables, para hacer con ellas papel.
Y es que las colillas están hechas de acetato de celulosa y con eso, fue que Leopoldo Benítez, un egresado de la FES Iztacala de la UNAM, elaboró celulosa para fabricar papel.
Con esto podemos pensar que se pueden hacer miles de cosas con mil millones de colillas de cigarro que se desechan en el país año con año.
“Trituramos o molemos con agua la colilla tratada (un mililitro por cada una), sin contaminantes, y obtenemos algo similar a la pulpa de la celulosa. Con las colectas que hacemos en bares, restaurantes o lugares específicos, conseguimos cerca de 15 kilogramos de colillas por semana”, dijo Leopoldo.
El planteamiento del universitario surgió como su tesis de licenciatura en Biología. “Me percaté que las colillas estaban por todos lados: jardines, playas, pasillos, y hasta en las tarjas de los laboratorios; entonces pensé en cambiar el material del que están hechas, porque tardan hasta 12 años en degradarse”, mencionó.
¿Cómo convertir las colillas en papel?
Leopoldo buscó un microorganismo que deteriora las colillas y encontró uno de un ciclo de vida de tres meses que genera un complejo de enzimas fuera de sus células, capaces de degradar o ser específicas para la celulosa.
“Son hongos basidiomicetos que crecen sobre los árboles y deterioran la madera. Mi hipótesis fue que podrían hacer lo mismo con colillas, que también están hechas de celulosa”, mencionó.
Por el momento, el recién egresado sólo elabora pulpa de celulosa, aunque cabe señalar que el material procesado también tiene propiedades térmicas y aislantes. Aún está en fase de emprendedor, pero su misión y objetivo, es reproducir su idea, que ya está estandarizada a nivel industrial.
“Pensé qué hacer con el otro 75%, y supuse que podía sustituir la pulpa de celulosa utilizada a partir de la tala de los árboles para fabricar papel”, concluyó.
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