El Instituto Poletécnico Nacional (IPN) realizó un estudio que arroja que el agua embotellada o de garrafón puede contener bacterias y materia fecal que resultan nocivos para la salud humana.
El total de garrafones de agua que consume la población en la Ciudad de México tiene presencia de residuos fecales causantes de enfermedades graves.
Las cuáles debilitan el sistema inmunológico, de acuerdo con la investigación.
Homero Martínez Salgado, investigador del Hospital Infantil de México, y de Cornell University, aseguró que la capital del país cuenta con 2,000 pequeñas industrias de embotelladoras.
Estas no brindan la certeza a los clientes de que están comprando un producto seguro.
La comercialización de estos envases no cumple con normas mínimas de calidad e higiene, por lo que representa un problema grave.
“Se encontró que 30% fueron positivos a microbacterias no tuberculosas; 41% excede el máximo de bacterias aeróbicas mesólas, y 41.4% de las purificadoras analizadas no cumplió con los estándares sociales mexicanos establecidos”, añadió Martínez Salgado.
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