A la luz de esfuerzos como el “Green Deal” en Europa, o el avance de conceptos como “Ecosistémico”, siento una pena terrible por la enajenación, individualización y pobre ignorancia en la que vivimos en México y en especial en estados como éste.
Escuche mientras lee: y para que no sea tan amargo el trago; una pieza dulcísima: “Don´t know why” de Norah Jones.
Leí una magnífica entrevista en nuso.org; la hace Claudia Detsch a una economista llamada Maja Göpel.
Yo espero que tenga usted la oportunidad de leerlo; en lo personal, me permite afianzar algunas teorías, pero sobre todo, me hace ver, en términos reales, qué tan en el atraso estamos en México, necesariamente como víctimas de una variación en el modo de producción, el mismo que pretende dejarnos sin la menor oportunidad de levantarnos del “fucking” marasmo: el Neoliberalismo Económico.
Maja Göpel es una economista alemana y en la entrevista nos habla de los efectos que tendrá el “Green Deal” europeo. Habla del error que consiste en el “individualismo metodológico”, que consiste en plantearse teorías de cómo podría funcionar un todo, desde el análisis de elementos individuales.
En esta explicación de los errores metodológicos del pensamiento occidental, Maja Göpel nos habla del urgente cambio que se requiere en esta visión alterna denominada “ecosistémica” que por fin, logra aterrizar en la importancia de los recursos naturales, aunque aún los enfoca desde la visión de “la pertenencia” al ser humano –hecho en el que no coincido, pero el avance es revolucionario-; desde luego, tiene que ver con temas como el calentamiento global y el uso de nuevas energías.
En Europa están tan comprometidos con este enfoque progresista, que la entrevistadora, en una analogía –necesaria, coincido-, entre la pandemia del Coronavirus y la nueva evolución, revolución o llámelo como usted quiera se pregunta por qué, como con el primero, ¿por qué la crisis climática aún no ha tenido una urgencia comparable?
La economista responde que no se puede comparar una cuestión con la otra, debido al cortoplacismo de la pandemia en cuanto a sus consecuencias, pero destaca “que tiene sentido intervenir en muchos de los sistemas antes de que las consecuencias se hagan sentir; de lo contrario, estas se escapan de control”.
En lo personal, tanto en este espacio, como en los programas streaming live en los que he tenido la oportunidad de participar, he insistido en la crisis que vivimos, debido a que estamos ante la caída inminente de un modo de producción, es decir del capitalismo, sin que nos hayamos ocupado en determinar cuál será el necesario cambio; estúpidamente, en México aún no podemos desprendernos de la impunidad que representan los intereses de quienes pretenden conservar –por eso se llaman así-, las cosas como están, cuando es ma-te-rial-men-te im-po-si-ble.
Alguna vez leyendo a Jürgen Habermas, para ser más específico, “Teoría de la Acción Comunicativa”, se me quedó muy grabado el planteamiento que hace este miembro destacado de la Escuela de Fráncfort respecto de cómo, las condiciones que viven dos personas en realidades distintas, les hace pensar en diferentes conceptos de una misma palabra.
Lo digo porque por ejemplo, para esta muy joven economista, el pensamiento progresista, desde una visión de primer mundo, representa digamos, el trabajo científico de determinar el cambio económico y social de lo que tendría que ser, necesariamente, un nuevo Modo de Producción.
Me encanta sin embargo que existen coincidencias conceptuales; por ejemplo, dentro de la entrevista, Claudia Detsch plantea:
“Al comienzo de la crisis del coronavirus se habló de un cambio de era, incluso del fin del capitalismo. Esa euforia parece haber vuelto a aplacarse…”
Acá en México trabajamos en ese cambio real, aunque, debo insistir, el conservadurismo es una auténtica Hidra; no terminamos de “maravillarnos” con la historia de una de sus deformes cabezas cuando ya se relacionó con otra que a su vez pudiera ser más grande, o cuando menos, más tóxica.
En México tenemos la gran oportunidad histórica de ser el factor de cambio, la punta de lanza del cambio en América Latina, pero aún nos falta mucho, de entrada, dejar de enajenarnos con la basura “cultural americana” y abrir el entendimiento y la razón a buenas lecturas.
Ciao.
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