La cantidad de entierros en el municipio de Manaos (Amazonas, Brasil) se triplicó desde la llegada del coronavirus.
En consecuencia, en el cementerio local utilizan excavadoras para abrir fosas comunes, porque ya no hay suficiente lugar para los muertos.
En el camposanto Nuestra Señora Aparecida, ubicado en el barrio de Tumará, pasaron de 30 entierros diarios a más de 100.
Manaus começa a enterrar vítimas de coronavírus em trincheiras. Um vídeo que circula na redes sociais mostra máquinas usadas para o sepultamento de várias pessoas pic.twitter.com/mg0QzYMGnu
— Band.com.br (@portaldaband) April 21, 2020
Sobre un pozo hecho a las apuradas se ubican los cajones, manteniendo cierta distancia para que en el futuro los deudos tengan alguna idea de dónde están sus familiares.
Todas las camas del sistema público ya están ocupadas. A partir de ahora, lo más probable es que sobrevenga un colapso sanitario.
Y en un intento por evitarlo, autoridades judiciales han sentenciado que de ser necesario los hospitales privados deberán habilitar espacios para controlar el brote.
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