Molestar a un gato es una de las peores cosas que puede hacer un ser humano. Y más si interrumpes su descanso para ponerle en el hocico la foto de Donald Trump.
Por lo que sea, este adorable gato no tiene demasiado aprecio por el líder del Partido Republicano estadounidense. En un primer momento, su dueño se acerca al sofá y le enseña una fotografía de la candidata demócrata Hillary Clinton y otra del senador demócrata Bernie Sanders y el gato —como buen felino— pasa olímpicamente.
Pero hubo una fotografía que sí perturbó la tranquilidad del gato, la de Donald Trump. Es ver ese peinado estilo mazorca de maíz y el felino —bastante nervioso— le lanza un zarpazo al móvil. Tras unos cuantos golpes, éste decide huir del sofá y dejar el móvil con la cara de Trump en el sofá.
Fuente: El Huffington Post
Sé el primero en comentar