Hasta hace poco. Ningún capo, por muy poderoso que fuera, se había atrevido a desplegar fusiles de alto calibre y disparar más de 100 veces contra un jefe de la policía de la capital en una calle emblemática.
El atentado contra el jefe policial Omar García Harfuch, en junio pasado, movió todos los focos de nuevo hacia Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho o El señor de los gallos.
Y en la última demostración de fuerza del grupo, a través de unos vídeos, un centenar de hombres armados hasta los dientes lo advertía: él es “el patrón”, el último heredero del imperio criminal en México.
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Es en Jalisco donde comienza su historia. En 2010 funda el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Y se convierte en el brazo armado del cartel de Sinaloa.
Estados Unidos ha señalado recientemente al grupo que lidera “El Mencho”, como una de las “organizaciones criminales transnacionales de más rápido crecimiento que se encuentra entre los fabricantes de metanfetamina más prolíficos a nivel mundial”.
El cerco al criminal más poderoso de México se estrecha cada vez más. En febrero fue extraditado su hijo, Rubén Oseguera, El Menchito, después de tres intentos fallidos de capturarlo y enjuiciarlo en México.
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