El gigantesco submarino ruso asesino de ciudades repleto de drones apocalípticos diseñados para desencadenar un tsunami radiactivo, está preparado para entrar en servicio dentro de unos meses.
El Belgorod, que con sus 1.000 metros de eslora duplica el tamaño de los submarinos de ataque de la Royal Navy, ha sido calificado como un cambio de juego para las fuerzas de Putin.
La máquina de guerra de 14.700 toneladas se ha hecho aún más larga para que pueda transportar los nuevos y devastadores torpedos Poseidón con punta nuclear guiados por inteligencia artificial.
También cuenta para lanzar minisubmarinos y drones para operaciones encubiertas de sabotaje y espionaje, como el corte de cables submarinos.
El temible Belgorod se hizo a la mar por primera vez el año pasado en medio de amenazas de hundir buques de guerra británicos y estadounidenses en el Mar Negro.
Ahora, fuentes han declarado a la agencia de noticias rusa Tass que las últimas pruebas en el mar están casi terminadas.
La transferencia del submarino nuclear Belgorod a la flota está prevista para el verano de 2022 ha informado hoy.
Se supone que este acontecimiento puede hacerse coincidir con el Día de la Armada Rusa, que se celebrará el 31 de julio.
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