Dicen por ahí que la vida está llena de segundas oportunidades y el mundo del deporte no es la excepción. Atletas como Rose Lokonyen sufrieron la violencia consecuencia de conflictos y guerras que parecen no tener fin, pero el atletismo significó una puerta abierta con grandes posibilidades.
Aunque los Juegos Olímpicos de Río 2016 la vieron convertirse en la primera abanderada del Equipo Olímpico de Refugiados, destacó mucho antes al ganar carreras descalza. Ahora, con años de apoyo y entrenamiento, competirá en Tokio 2020 en busca de la historia.
¿Quién es Rose Lokonyen?
Rose Lokonyen nació el 24 de febrero de 1995 en Sudán del Sur. Así como sucede con otros millones de refugiados del mundo, su infancia se tornó complicada al comenzar los ataques y los asesinatos: solo tenía 8 años cuando vio a un grupo de soldados matar a sus vecinos.
Aquel momento fue clave para que los padres de la atleta -y mayor de 10 hermanos- decidieran salir del país. La frontera con Kenia representó el lugar seguro de toda la familia, que recibió apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Todos fueron trasladados al noroeste de Kenia, concretamente al campamento de refugiados de Kakuma, conocido como el más grande de toda África. La familia Lokonyen sufrió ciertas dificultades, pues los hermanos no hablaban árabe, inglés o suajili; la buena noticia era que al convivir con miles de niños, tenían muchos amigos.
Conforme avanzó el tiempo en el campo de refugiados, los 10 niños encontraron en el deporte un espacio seguro para desarrollarse: practicaron futbol, basquetbol, voleibol y por supuesto, atletismo. Antes de convertirse en corredora, Rose Lokonyen era futbolista.
Sin embargo, hizo las pruebas para el Equipo Olímpico de Refugiados en Kakuma, después de que un maestro la recomendara por haber ganado una carrera de 10 mil metros descalza. El Comité Olímpico Internacional (COI) la eligió e incluso tuvo la oportunidad de ser la primera abanderada de este grupo en la Ceremonia de Apertura.
Participación en Río 2016 y preparación para Tokio 2020
El debut de Rose Lokonyen en Juegos Olímpicos se dio en los 800 metros planos y en Tokio 2020, intentará mejorar su séptimo lugar. Ya compitió en Campeonatos Mundiales de Atletismo, donde sus tiempos mejoraron de 2:16 a 2:13 y se plantea el objetivo de 2:10 antes de Tokio 2020.
La ex abanderada no es la única atleta que repite en el Equipo Olímpico de Refugiados. Estará acompañada por compañeros de la disciplina como Anjelina Nadai Lohalith, James Nyang Chiengjiek y Paulo Amotun Lokoro.
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