Por primera vez en la historia de sur de California, las autoridades se han visto forzadas a declarar una emergencia por falta de agua y han impuesto restricciones de uso sin precedentes, afectando a unos 6 millones de personas.
La Dirección de los Distritos Metropolitanos de Agua han votado de forma unánime el 26 de abril de 2022, con el fin de imponer dos medidas: limitar a los residentes el uso del agua exterior a una vez a la semana o reducir el uso total del agua por debajo de un objetivo determinado.
Según han explicado, no hay recursos de agua suficientes en estos momentos como para atender una demanda normal. Simplemente no hay agua. Un hecho sin precedentes. Nunca habían tenido que tomar una decisión igual.
Los años 2020 y 2021 han sido los de menor pluviosidad de la historia. Por dos años consecutivos. Y el mes de enero, febrero y marzo de 2022, han sido los tres meses más secos de la historia del estado en cuanto a lluvia y nieve. Además, el proyecto de la mayor reserva de agua del estado, Lake Oroville, se encuentra en su nivel más bajo desde que se empezó a llenar en los años 70.
Las restricciones de agua afectan a las zonas de los condados de Los Ángeles, Ventura y San Bernardino, incluida la ciudad de Los Ángeles.
Si no se cumplen las restricciones, podrían imponerse sanciones de 2.000 dólares por cada acre de agua extra consumido, comenzando desde el mes de junio.
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