En Afganistán mujeres lanzan campaña contra el anonimato

KBL04 KABUL (AFGANISTÁN) 18/07/2013.- Varias mujeres afganas esperan su turno para poder registrarse como votantes de cara a las presidenciales de abril de 2014, en Kabul (Afganistán) hoy, jueves 18 de julio de 2013. El proceso de registro de votantes, iniciado el pasado 26 de mayo, permanecerá abierto hasta dos semanas antes de los comicios, según informó la comisión electoral. EFE/S. Sabawoon

KABUL, AFGANISTÁN. –”Esposa de”, “hija de”… Por tradición y conservadurismo, los nombres de las mujeres en Afganistán suelen omitirse en las tarjetas de invitación e incluso en las lápidas. Una campaña en internet lucha por devolverles la identidad.

Bautizada #WhereIsMyName (dónde está mi nombre) y lanzada por un grupo de jóvenes afganas, esta iniciativa está destinada a combatir un patriarcado que se remonta a siglos atrás.

La campaña comenzó en julio en la ciudad de Herat cuando unas mujeres subieron a Facebook y a Twitter varios comentarios y fotografías acompañadas del hashtag #WhereIsMyName.

Otras siguieron sus pasos y también hombres que publicaron los nombres de sus esposas. Algunos artistas afganos se sumaron al movimiento, con gran eco en la prensa local.

La semana pasada Kabul acogió un encuentro sobre este tema en el que participaron un ministro, varios expertos y decenas de mujeres.

Tenemos que romper todos juntos un tabú. Queremos que nuestras mujeres conozcan su derecho fundamental de llamarse por su nombre, de tener su propia identidad”, explica Tahmina Arian, una de las participantes en el evento.

En algunas zonas rurales con un nivel educativo bajo, los hombres se refieren a las mujeres con una palabra que significa “cabeza negra”.

Los defensores de los derechos humanos insisten en que el tema del nombre demuestra hasta qué punto las mujeres están relegadas a un segundo plano y se les considera propiedad de los hombres.

La tradición de no usar los nombres de las mujeres está arraigada en la cultura tribal, según los sociólogos.

Otros acusaron la campaña de hacer descarriar a las mujeres afganas y de intentar occidentalizarlas. Y se llegó a insultar a algunas defensoras de la campaña, llamándolas “prostitutas”.

Pero es difícil hacer pasar el mensaje en un país donde muy pocas mujeres tienen acceso a internet y zonas inmensas siguen inaccesibles por los enfrentamientos que causan estragos en el país desde hace décadas. (Fuente: MVS).

Salir de la versión móvil