La historia del narcotráfico en México está llena de historias aterradoras, que van desde torturas hasta crueles ajustes de cuentas entre los distintos cárteles.
Los Caballeros Templarios ocupan un lugar en esta parte de la historia, ya que revela la extrema crueldad con la que actúan los cárteles mexicanos.
Para este cartel el canibalismo formaba parte de sus ritos de iniciación, aunque se tiene registro que dentro de los Zetas también se realizaba esta práctica donde comían órganos de niños entre sus rituales cotidianos.
Breve historia del Cártel
Los Caballeros Templarios surgieron en Michoacán en 2011, luego de que la guerra contra el narco emprendida en 2006 por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa logrará fraccionar a La Familia Michoacana.
Su nombre hace referencia a la orden religiosa y militar la cual fue fundada en Jerusalén para proteger a los peregrinos en los lugares santos durante la primera cruzada.
Una de las primeras ejecuciones que le fue atribuida a los Caballeros Templarios fue a dos hombres los cuales fueron colgados por el cuello en dos puentes donde colgaron un cartel que decía:
“Lo matamos por ladrón y secuestrador. Atentamente, Los Caballeros Templarios”.
Canibalismo como ritual de iniciación
En marzo de 2014 el entonces comisionado federal para la Seguridad y el Desarrollo Integral en Michoacán, Alfredo Castillo, aseguró que “El Chayo” obligaba a los reclutados del cártel mexicano a comer órganos humanos en un ritual de ingreso.
“Como un proceso de iniciación usaban los órganos, en este caso el corazón. Obligaban a las personas en este proceso de iniciación a comérselo” declaró en entrevista.
“Lo que sí es, como hecho tal cual: estamos hablando de niños a los que se estaban extrayendo los órganos y ya será una cuestión técnica ver si hablamos de sustracción, de tráfico, de privación ilegal con agravante de causar la muerte a la persona”, explicó.
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