En Yucatán, una maestra da clases a sus alumnos en parque público y aplica todos los cuidados para evitar contagios entre sus estudiantes, a quienes, con esmero y vocación, les dedica su tiempo.
Historia de la maestra en Yucatán
Si algo ha sacado a flote la educación a distancia, es la creatividad y voluntad de decenas de maestros que “se la juegan” por sus alumnos más allá de las pantallas y de un salón de clases. Cuando el acceso a la tecnología se vuelve imposible, hay maestros que no se detienen para dar clases.
La maestra de Yucatán cierra filas con sus estudiantes y suma al país, pues hace uso de lo básico y se acerca a ellos como se pueda.
Al respecto, Alié Zapata, la maestra que decidió hacer esto porque no todos sus alumnos tienen los recursos, comentó que lo hace con esmero.
“No todos tienen computadoras, para ellos está siendo difícil trabajar por WhatsApp, sobre todo que en teoría de lunes a viernes son cinco los maestros que mandan tareas, entonces si se les acaba el crédito, si no tienen señal o se les acaba el internet, entonces ¿cómo trabajan?”.
Esta joven maestra viaja a la comunidad de Mayapán, a unos 80 kilómetros de la capital yucateca, y en un parque público se reúne con sus alumnos de la secundaria Santiago Pacheco Cruz.
En lo que respecta a los niños, con su sana distancia y el cubrebocas obligatorio, aprovechan el tiempo con su maestra. Al respecto, algunos estudiantes de secundaria señalaron la dedicación de la profesora.
La vocación de esta profesora es una muestra más de que los obstáculos se hicieron para superarse y que no hay meta que no pueda alcanzarse con un poco de creatividad y mucha voluntad.
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