Encuentran en Quintana Roo restos de velero que naufragó hace 200 años

En Quintana Roo se encontraron los vestigios de un  velero que naufrago hace más de 200 años, así lo informo el equipo de arqueología de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del Instituciones Nacional de Antropología e Historia (INAH).

A través de un comunicado, Laura Carrillo Márquez, investigadora de la SAS y responsable del Proyecto Banco Chinchorro, explicó, que en meses pasados se realizó una primera jornada de inspección a fin de registrar, mediante dos sesiones de buceo, la localización en GPS del derrelicto y hacer una inspección general del mismo.

La arqueóloga subacuática dijo que es difícil hablar de las dimensiones del velero, de su cargamento u otros detalles, pues la zona en la que se ubica, al sureste de Banco Chinchorro, es compleja. “Yace directamente en la barrera arrecifal donde la corriente marina es fuerte”.

Lo anterior, sumado a que el pecio está a escasos dos o tres metros de la superficie, hace que prácticamente no quede nada del casco de madera, pues el material orgánico de esa estructura se ha desintegrado con el paso de los siglos.

“Solo permanecen los elementos sólidos, muy concrecionados al arrecife”, describe Carrillo al enumerar algunos de los objetos registrados en el reconocimiento inicial: lingotes pig iron que se usaban como lastre, algunos tubos, un cañón de aproximadamente 2.5 metros de largo y un ancla ‘almirantazgo’, término que designa a las guías que emitía el reino inglés para los fabricantes de estas herramientas”, dijo Carrillo Márquez.

A pesar de que los vestigios parecen indicar una filiación británica, la investigadora del INAH indicó que esta hipótesis deberá ser corroborada o descartada, mediante análisis que se harán meticulosamente, cuidando el equilibrio ambiental del sitio.

El pecio fue nombrado “Manuel Polanco”, nombrado así en honor al pescador que lo ubicó e informó al INAH, y con ello, el navío se convirtió en el número 70 registrado en la Reserva de la Biosfera de Banco Chinchorro.

Carrillo Márquez comentó que habrá una segunda fase de trabajo en la que se levantarán planos, ahondarán en las características del contexto y quizá se tomen algunas muestras para indagar en su temporalidad, pero que se hará cuando pase la emergencia sanitaria por COVID-19.

 

Salir de la versión móvil