Un equipo internacional de investigadores, consiguió canalizar la luz a través de nanoestructuras para estudiar las regiones más profundas del cerebro.
El proyecto “NanoBright”, que planteaba el uso de luz para diagnosticar tumores y lesiones cerebrales, entre otras patologías, comenzó en 2019. En el marco de sus trabajos se desarrolló una novedosa sonda que utiliza nanoestructuras para canalizar las señales luminosas a través del tejido cerebral.
Esta nueva tecnología podría suponer un gran avance para el estudio y tratamiento de tumores cerebrales y de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
La tecnología consiste en una fibra óptica, con un diámetro menor al de un cabello humano que dirige la luz y genera interacción física con las células para observar sus propiedades.
La Comisión Europea financió el proyecto con unos 3,5 millones de euros a través de FET (Future and Emerging Technologies), uno de los sistemas de financiación tecnológicamente más ambiciosos de la Unión Europea.
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