El exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, no ha podido escapar de los señalamientos en su contra por el caso Ayotzinapa, donde en septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Iguala, Guerrero.
Esto luego de que la denóminada verdad histórica que el exprocurador en el sexenio de Enrique Peña Nieto dio a conocer el 28 de enero de 2015 lo llevó a su detención e ingreso al reclusorio Norte luego de ser acusado de desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de justicia en el caso Ayotzinapa.
“Ésta es la verdad histórica de los hechos, basada en las pruebas aportadas por la ciencia, como se muestra en el expediente, y que ha permitido ejercitar acción penal en contra de los 99 involucrados, que han sido detenidos hasta hoy”, declaró el funcionario en conferencia de prensa; sin embargo, de acuerdo con aquella conclusión del exprocurador, los estudiantes “fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al Río San Juan”, en Cocula.
Cabe agregar que Murillo Karam aseguró que las pruebas eran contundentes y no dejaban lugar a duda que el expresidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, su esposa María de los Ángeles Pineda Villa y Sidronio Casarrubias Salgado eran los líderes del grupo criminal Guerreros Unidos y ordenaron a los policías de su localidad Cocula entregar a los estudiantes a un grupo de sicarios.
Incluso aseveró que no existía una prueba que involucrara al Ejército o a otro cuerpo de seguridad federal de participar en los sucesos del 26 y 27 de septiembre en Iguala.
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