Luego de que se hiciera público el financiamiento de campañas priistas en varios estados entre 2010 y 2018, los emisarios de quienes fueron señalados como responsables, ahora pretenden usar el tema como bandera política
Carlos Calzado C.
CANCÚN, QUINTANA ROO.- Quintana Roo, es uno de los estados en donde, el dinero de la empresa brasileña Odebrecht financió la compra de votos, de voluntades, lealtades y todos esos tópicos relativos a ganar, sí o sí, un proceso electoral, a cambio, claro de postreres contratos y concesiones en favor de esa empresa.
Pero lejos, muy lejos de lo que se pudiera especular, la afirmación sobre el uso de ese dinero, no sólo en Quintana Roo, también en el estado de México, Veracruz y Chihuahua, no fue resultado de las más recientes declaraciones de Emilio Lozoya Austin, las cuáles, sí tienen el carácter de evidencia, toda vez que resultan de una declaración que además, lo termina de hundir en todo este proceso de mega corrupción, pero no se basan en ello.
Un muy completo artículo de Dulce Olvera de “Sin Embargo” hace todas las precisiones que en este momento nos arrojan las más nítidas luces sobre el caso.
En principio nos sitúa en el responsable de asegurar que el priismo mexicano estuvo recibiendo dinero de Odebrecht para sus diversas campañas, desde el 2010 (con orientación a la federal de 2012), y 2018; se trata de Marcelo Odebrecht, cabeza del grupo empresarial brasileño.
LOS SEÑALAMIENTOS
En el trabajo de investigación, narra Dulce Olvera: “En 2010 los Gobernadores priistas que ganaron las elecciones fueron Javier Duarte Ochoa en Veracruz, quien se reunió en 2011 con Marcelo Odebrecht en torno al proyecto Etileno XXI, César Duarte Jáquez en Chihuahua y Roberto Borge Angulo en Quintana Roo. Los tres han sido extraditados por desvío de recursos públicos. En 2011, el priista Eruviel Ávila Villegas se convirtió en el Gobernador del Estado de México”.
No hay ningún tema fortuito en estos señalamientos. Por el contrario; Enrique Peña Nieto, como “jefe político” con miras a llegar a la Presidencia de la República en 2012, habría pactado, planificado y previsto los detalles del flujo de recursos para lograr objetivos muy puntuales.
Desde la aprobación de su malograda Reforma Energética, hasta la colocación de “personeros”, “lugartenientes” o algo parecido en los estados, de manera que se garantizara la realización de proyectos que beneficiarían a Odebrecht, previo pago de los ya conocidos cochupos.
Pero la estrategia no pararía allí; se trataba también de afianzar al propio Peña Nieto y a sus esbirros en negocios a perpetuidad que les garantizara convertirse en los nuevos millonarios de la lista de “Forbes”.
Allí entraban otras empresas como OHL, Peñoles y, sólo para ligeramente abrir boca, se trabajó en el diseño del gasoducto con el que se pretende –aún hoy-, comprar el energético a estados Unidos para alimentar plantas termoeléctricas de CFE; por el cual existen problemas graves con el Pueblo Yaqui.
EPN, EL VÉRTICE DE LA PIRÁMIDE
Explica Dulce Olvera en su artículo: “desde las elecciones locales de 2010, las vísperas de la campaña electoral de Enrique Peña Nieto en 2012 y la jornada electoral de 2018, se desplegó el esfuerzo de un grupo político por “trasladar las metodologías políticas” del Estado de México a todo el país”.
Aún el artículo de Dulce Olvera, está basado en la evidencia que arroja el libro publicado por Santiago Nieto, Sin filias ni fobias (Grijalbo, 2019), que es a la vez, una investigación basada en las primeras declaraciones de Marcelo Odebrecht ante la justicia de su país.
Escribe, Santiago Nieto: “Fallaron. Pero en el esfuerzo, lastimaron a personas e instituciones”.
LAS INVESTIGACIONES DE NIETO CASTILLO
A decir de la periodista; “en febrero de 2017, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Electorales (SEIDF) comenzó una investigación por cohecho, ya que el director de la constructora brasileña Odebrecht, Marcelo Odebrecht, declaró durante un juicio que le dio 10 millones de dólares al extitular de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, a cambio de cuatro contratos, información expuesta esta semana por la Fiscalía General de la República (FGR) durante la audiencia del miércoles”.
Lo anterior es sólo una parte de la investigación periodística basada a su vez en las investigaciones de Santiago nieto como Fiscal especializado en Delitos Electorales.
LA FACILONA ESPECULACIÓN EN QUINTANA ROO
Hacer una afirmación, producto de un trabajo de investigación –mejor si son varios en el mismo sentido, como es el caso del dinero de Odebrecht en las campañas priístas-, no sólo fortalece las aseveraciones, tiene la virtud de cerrar círculos entre hechos que, en algún punto pudieran parecer aislados, pero que nunca lo son.
Sin embargo, recientemente se ha iniciado una campaña de afirmaciones que pretenden apuntar a la actual administración pública estatal como la “beneficiaria” de esas dádivas.
Ésta, determina que, si hubo entonces diputados y el propio dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) quienes, recibieron moches millonarios para aprobar la Reforma Energética de Peña Nieto, entonces sus candidatos –en este caso, Carlos Joaquín González-, habrían sido beneficiarios de las dádivas de Odebrecht.
Este razonamiento, a todas luces resulta especulativo; no tiene el rigor de la investigación, declaraciones que lo soporten.
Sin que el artículo por sí mismo pretenda ser el defensor a ultranza de la administración pública estatal, lo que sí pretende es develar la evidencia de lo que pudiera ser, la pretensión de hacer que regrese una clase política que aún vive impune en el estado de Quintana Roo.
Pretende además, que pudiera armarse de aliados ocasionales para conseguir el poder, en otras palabras: dime el mensaje y te diré su origen.
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