En una movida relámpago este 27 de noviembre de 2025, tras la renuncia formal de Alejandro Gertz Manero como fiscal general, Ernestina Godoy Ramos —quien hasta hoy se desempeñaba como consejera jurídica de la Presidencia— fue nombrada para dirigir la FGR en calidad de encargada de despacho.
Gertz Manero firmó un oficio en el que la designó como titular de la Fiscalía Especializada de Control Competencial (FECOC), figura que la ley contempla como sustituta inmediata ante una ausencia definitiva del titular.
Godoy ocupa el cargo interino en un momento delicado: la salida de Gertz llega en medio de críticas acumuladas a su gestión y en un contexto de presión política sobre el aparato de procuración de justicia.
Su nombramiento inmediato busca garantizar continuidad y evitar un vacío institucional en casos sensibles que están en curso.
Mientras tanto, el Senado de la República recibirá propuestas para integrar una lista de aspirantes; de ahí surgirán los candidatos que la Presidencia propondrá como terna para que el Senado, mediante mayoría calificada, elija al nuevo fiscal permanente.
El relevo marca también un hito simbólico, ya que Godoy no solo asume la dirección temporal de la FGR, sino que su perfil —exfiscal de la Ciudad de México, con experiencia en administración de justicia y función pública federal— le da condiciones para competir por la titularidad definitiva si así lo decide el Ejecutivo y lo aprueba la Cámara Alta.
Este cambio abre un nuevo capítulo en la conducción de la justicia federal en México, con expectativas sobre el rumbo que adoptará la Fiscalía en materia de combate a la impunidad y reestructuración institucional.


















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