Tras 27 días desde la erupción volcánica, el ‘Cumbre Vieja’ continúa su fase de explosividad mostrando mecanismo estromboliano. Las dos grandes coladas de lava siguen fluyendo desde el cono y desde el martes se han producido evacuaciones que afectan a 1.200 personas, según los datos censales. Sin embargo, el avance de la colada se ha ralentizado después de sepultar un supermercado y de haber atravesado un campo de fútbol en el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane. El municipio ha quedado desierto tras los desalojos mientras que la presencia de dos frentes de la colada norte se ralentizan por la viscosidad creciente derivada del material que destruye los edificios.
Mientras tanto, la sismicidad se mantiene a profundidades de más de diez kilómetros bajo tierra. Esta noche se han localizado más de una veintena de terremotos. Además, ha aumentado en intensidad hasta alcanzarse el máximo registrado en esta crisis volcánica, 4,5 de magnitud en Mazo, un terremoto sentido en toda la isla a pesar de que estaba localizado a 37 kilómetros de la superficie. La señal del tremor volcánico mantiene una amplitud media, y la deformación sigue estable excepto en la estación más cercana a los centros eruptivos. En esa estación se ha medido una deformación en el terreno de cinco centímetros tras lo cual se ha dado aviso a los equipos de emergencia y científicos que trabajan sobre el terreno para que estén atentos. La lava, que ha arrasado un millar de edificaciones, ocupa 675 hectáreas y la anchura máxima de las coladas es de 1.770 metros.
Los expertos del Plan de emergencias volcánica de Canarias distinguen dos coladas. Una de ellas, llamada la primigenia, bastante ralentizada, tiene tres brazos, dos de ellos por el sur de la montaña de Todoque y uno por el norte, que ha abortado su llegada al mar. De los brazos del sur, uno es el que ha formado un delta lávico y ha ganado terreno al mar y el otro el que se ha desviado por el Charco, que tampoco ha alcanzado la costa. Pero la que preocupa ahora es la nueva colada que discurre hacia el noroeste y que a su vez tiene dos apéndices. A uno le llaman el frente del Spar, por el nombre del supermercado del barrio de La Laguna que se ha tragado, y al otro le llaman el del campo de fútbol, al que ha llegado tras arrasar el polígono industrial del Callejón de la Gata.
Estos dos apéndices han tenido “alta intensidad y bastante recorrido”, pero están perdiendo fuerza mientras digieren el material de las construcciones que se tragan. Mientras, la isla intenta recuperar cierta actividad normalizada, cuando ya los científicos han advertido de que ni a corto ni a medio plazo hay indicios de que la erupción se vaya a detener. La Consejería de Educación ha anunciado que el lunes 18 de octubre se reanudarán las clases en Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte, un mes después de ser interrumpidas, y tras un intento infructuoso para la apertura de los colegios esta semana.
Según el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, esta dramática situación no es fácil para nadie, toda la sociedad está afectada, los damnificados “están rotos” y los propios docentes están “en estado de shock”, señaló el jueves. Torres, tras reconocer la impotencia ante el avance de la lava, se sintió reconfortado al recibir el respaldo a la actuación de su Gobierno de todos los grupos parlamentarios, también los de la oposición, que, sin perjuicio de que se mantendrán críticos y vigilantes, incluso felicitaron al presidente Pedro Sánchez, que ha estado cuatro veces en La Palma en menos de un mes.
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