La tarde del domingo fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Cancún un empleado del empresario Carlos Mimenza Novelo con 25 mil dólares (450 mil pesos aproximadamente) cuya procedencia no pudo acreditar.
Se supone que el dinero es de Mimenza Novelo. Se supone que es para la compra de equipo técnico para la realización de un noticiero. Pero todo queda en supuestos, pues Carlos Mimenza el “falso Mesías” que presume hacer todo conforme a la ley en esta ocasión no la cumplió.
Transportar dinero en efectivo en un aeropuerto no es delito, no declararlo si lo es. Y Mimenza Novelo, al ser un empresario ya experimentado en estos menesteres, debería de saber esto. ¿Será esta la primera vez que transporta dinero de esta manera? O ¿Será una costumbre hacerlo de esta forma para evadir impuestos?.
No declarar el efectivo que se transporta es evasión fiscal y podría ser también lavado de dinero. Aunque deberán ser las autoridades fiscales quienes investiguen si el empresario Carlos Mimenza utiliza a sus empleados constantemente como “mulas” para transportar dinero de esta manera.
Lo cierto es que casos como este y la aceptación del presunto soborno del senador Félix González Canto por cinco millones de pesos, que aseguró haber donado pero de los cuales nunca mostró los recibos del depósito nos demuestran que Mimenza Novelo está acostumbrado a manipular la ley fiscal a su antojo.
Habría que investigar si el incorruptible Mimenza, el mismo que ha emprendido una cruzada selectiva contra los corruptos de Quintana Roo aguantará una auditoría del Servicio de Administración Tributaria.
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