El Gobierno de Estados Unidos expresó su “profunda preocupación” por la situación que se vive sobre el terreno en Haití y subrayó que seguirá ofreciendo al Gobierno del país ayuda en materia de seguridad, incluido el entrenamiento para su Policía para hacer frente a la violencia.
Así lo apuntó en un comunicado el asesor Seguridad Nacional del Gobierno de Estados Unidos, Jake Sullivan, después de los incidentes ocurridos durante el funeral del presidente asesinado, Jovenel Moise.
El lugar donde se celebraba el funeral, cerca de la ciudad de Cap-Haitien, se vio asediado por protestas con quema de barricadas que llevaron a la Policía Nacional a disparar munición y gases lacrimógenos.
Según dijo Sullivan en el comunicado, la delegación del Gobierno de Joe Biden que acudió al funeral se encuentra a salvo de vuelta en Estados Unidos.
El asesor de la Casa Blanca insistió en urgir a “todas las partes” a trabajar de manera pacífica y pidió a los líderes del país que reclamen a sus seguidores que se abstengan de recurrir a la violencia.
“En este momento crítico, los dirigentes de Haití deben trabajar unidos” y “comprometerse a un diálogo inclusivo” que se traslade a la sociedad, dijo Sullivan.
Explicó asimismo que la delegación estadounidense, encabezada por la embajadora Linda Thomas-Greenfield, se reunió con altos cargos del Gobierno haitiano para transmitirles ese mensaje.
Estados Unidos, aseguró, seguirá prestando asistencia, incluido equipamiento y entrenamiento para la Policía y el Gobierno para que puedan hacer frente a los retos de seguridad.
Adicionalmente, los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional proveerán asistencia en la investigación del asesinato de Moise para encontrar a sus culpables.
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