Un número casi récord de pollos y pavos murieron en el brote de gripe aviar de este año en Estados Unidos; según autoridades el virus infectó a más aves silvestres que transmiten la enfermedad.
Más de 47 millones de aves murieron, lo que provocó una prohibición de las exportaciones, redujo la producción de huevos y pavos, y contribuyó en el aumento considerable de precios de estos productos antes de la temporada navideña.
Estados Unidos está vigilando a las aves silvestres para detectar la gripe aviar en cuatro rutas migratorias conocidas como corredores aéreos y tiene previsto hacer lo mismo el año que viene.
Lamentablemente, lo que hemos hecho probablemente no ha sido suficiente para protegernos de esta alta carga de virus en la población de aves silvestres”, dijo Rosemary Sifford, jefa veterinaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
La resistencia del virus sorprendió a algunos productores, que reforzaron la limpieza y seguridad en sus establecimientos desde el brote de 2015.
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