Han pasado casi 4 meses desde el homicidio de George Floyd, el hombre afroamericano que murió con su cuello oprimido por la rodilla del expolicía Derek Chauvin.
Y el caso sigue bajo investigación, por lo que los actores principales de este hecho serán juzgados y por ello comienzan ya a deslindarse y a culparse entre ellos.
Las acusaciones mutuas ya abundan en los escritos presentados por los defensores.
Los abogados de Lane y Kueng sostienen que sus defendidos son novatos que siguieron las órdenes de Chauvin.
El abogado de Thap, Bob Paule, dice que el papel de su cliente fue ‘absolutamente distinto’ del de los demás porque controlaba a la multitud y protegía la escena mientras los otros tres sujetaban a Floyd.
El abogado de Chauvin, Eric Nelson, también señala con el dedo a los demás, destacando que Lane y Kueng fueron los primeros en llegar y tomar contacto con Floyd.
Aunque los abogados de los exagentes piden que sean juzgado cada uno por separado, los fiscales dicen que los cuatro deben ser juzgados juntos debido a la similitud de la naturaleza de los cargos y las pruebas, pues `es imposible evaluar la conducta de cada acusado en el vacío’.
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