Falla a México plan de biocombustibles

CIUDAD DE MÉXICO.- El gasolinazo y el final de “la gallina de los huevos de oro” alcanzaron a México sin tener una industria sólida de biocombustibles. Éstos son generados con biomasa de los productos agropecuarios por ejemplo, caña y sorgo.

La industria de biocombustibles no fue visualizada y planeada por el gobierno federal para lograr una soberanía energética, expuso Arturo Sánchez, investigador del laboratorio de futuros en bioenergía del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Investra), unidad Guadalajara.

“No estaba dentro de la estrategia del gobierno mexicano, no se le consideró, a diferencia de muchos otros países, no sólo en América, sino también en Europa”, afirmó Sánchez.

Destacó que en el país existe una industria incipiente, en la que no se han establecido los incentivos necesarios para desarrollarla, como la excepción de impuestos por el uso de biocombustibles u otorgar subsidios a los productores que cultivan las que podrían ser las materias primas.

México dependió del petróleo como una de sus principales fuentes de energía porque contaba con importantes yacimientos relativamente fáciles de explotar y es una de las fuentes más baratas de energía, explicó Sergio Serna, académico del Tecnológico de Monterrey.

“Desafortunadamente los yacimientos más relevantes se están agotando y están por expirar. Se pronostica que para el año 2025 no tendremos más petróleo en Cantarell y para explorar yacimientos profundos necesitamos mucha inversión”, agregó Serna.

Contar con otras opciones también puede beneficiar el bolsillo del consumidor.

En diciembre pasado, el litro de bioetanol costaba entre 11 y 12 pesos, pero debido al aumento de la gasolina, a principios de este año ya valía 13 pesos, refirió Benito López, director general de Bioenergéticos Mexicanos (Biomex), empresa que proveerá de bioetanol a Pemex.

En el país existen algunas estaciones para la venta de bioetanol, ubicadas en estados como Puebla, Oaxaca y Tlaxcala, resaltó López.

Mientras que a partir del primero de enero de este año y al menos hasta el 3 de febrero, los precios máximos promedio para la gasolina Magna será de 15.99 por litro, 17.79 pesos para la Premium.

Si bien es cierto que el etanol se debe mezclar con la gasolina, en México existen transportes particulares, como las camionetas Suburban o Cherokee, que pueden usar sólo bioetanol como combustible, dijo López.

Fue el 29 de agosto de 2016, cuando se publicó, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la NOM-016-CRE, con la que se permitió un contenido máximo de 5.8 por ciento de etanol como oxigenante en las gasolinas que no sean usadas en las Zonas Metropolitanas del Valle de México, Guadalajara y Monterrey.

Para César Landeros, investigador del Colegio de Postgraduados (Colpos), campus Veracruz, la falta de una fuerte industria de biocombustibles responde a la carencia de inversión en investigación.

Asimismo, advirtió que se deben analizar cuáles serían los volúmenes de productos agropecuarios destinados a la generación de biocombustibles para no descuidar la seguridad alimentaria.

Sánchez dijo que con la fabricación de biocombustibles de segunda generación, en los que propiamente no se utiliza el cultivo sino residuos agrícolas como los bagazos de caña o agave, rastrojo de maíz o paja de sorgo, es posible evitar el desvío de alimentos para la generación de energía.

Miguel Ángel Alonso, director de Acciona en México, coincidió en que no se debe descuidar la alimentación en el País, por lo que el uso de energías renovables como la eólica y fotovoltaica se convierten en una opción para la movilidad del transporte.

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