FERNANDO PAVÓN, IMPUNE Y VIOLENTO “Caso Abril” pudiera repetirse en Quintana Roo

PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- “O aceptas el trato o tú y tu mamá se mueren”, fueron las palabras de un hombre desconocido que llamó a Allison para amenazarla. Ella atribuye la amenaza a su ex esposo, el conocido promotor de futbol Fernando Pavón, quien ha venido violentándola sistemáticamente y con mayor énfasis luego de una denuncia en su contra por violencia física, psicológica, económica, intimidaciones y amenazas, a la que le siguió la demanda de divorcio.

Desde entonces, narra Allisón que Fernando Pavón ha hecho de su vida un infierno, pues intenta a toda costa reducirla para que desista de las denuncias y acepte un trato “ventajoso” de divorcio, con el que espera dejarla en la calle y quitarle a la hija que tienen en común, aunque también teme que aunque aceptara su “trato”, este no se conformaría con ello para dejar de intimidarla.

La historia de Allison no es muy diferente a la de Abril Pérez, la mujer asesinada en la Ciudad de México, cuyo crimen apunta a su ex esposo, y que tienen en común una serie de antecedentes de denuncias por violencia y amenazas de muerte, hombres “poderosos” económicamente, y un sistema de justicia deficiente y posiblemente corrupto.

Miedo e impotencia vive diariamente Allison, quien denunció desde hace diez meses las agresiones de las que era objeto por quien fue su esposo, sin embargo, refiere que la entonces titular de la Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer y por Razones de Género, Guadalupe Reyes Pinzón, se habría “vendido” a Pavón, quien la “maneja” e incluso, logró que ésta cambiara el peritaje médico de su denuncia por violencia familiar, algo muy similar como lo que sucedió en el caso de Abril, cuando ella denunció que su esposo la golpeó hasta casi matarla, pero  un juez decidió, por “falta de elementos”, que se reclasificara el delito de tentativa de feminicidio a violencia familiar, con lo que el agresor recuperó su libertad y la vida de Abril terminó como ya conocemos.

Agregó que cuando Reyes Pinzón estuvo al frente de la Fiscalía, fue destituida la comandante a cargo Mary Osorio, por negarse a recibir 100 mil pesos como soborno; en su lugar, quien toma el cargo y lleva el expediente es el comandante Saavedra, amigo de Fernando Pavón, el cual tiene negocios turbios, pues afirma que su ahora ex esposo tiene trato con delincuentes y políticos poderosos, por lo que teme por su vida.

También, Allison refiere posible corrupción en el juzgado familiar.

Pese a esto, las amenazas contra Allison no cesan y han subido de nivel, hombres vigilándola afuera de su domicilio como un “primer aviso”, seguido de una llamada con serias amenazas en contra de Allison y su familia.

“… hace tres días están mis muchachos viéndola. La estamos checando. Si no agarra el trato va haber problemas. A usted y a su mamá y a todos les va a ir mal. A usted y a su madre se van a morir así. Y a su hermano lo tengo bien ubicadito se lo voy a entregar a la puerta de su casa. Más le vale que vea lo que más le conviene. Que tome el trato que le ofreció la abogada”, se escucha.

“El primer aviso ya lo tuvo, ahí estuvo en mis muchachos”, haciendo referencia a los hombres que Allison logró ver afuera de su domicilio a través de los videos de vigilancia.

“Y a sus sobrinas también les va a pasar los peor”, continúa.

Cuando Allison responde que denunciará a la policía, la voz al otro lado del teléfono le pide que “sólo haga las cosas bien y ya”, señalando que la policía no le importa pues “trabaja para mí”.

Allison refiere que aunque la nueva fiscal le ha dado más esperanza, las agresiones y amenazas no paran.

Luego de golpes, insultos, maltrato, hoy ya divorciada, lucha por la custodia de su hija, por no quedar en la calle, ante las acciones violentas de su ex esposo, influenciado por la cocaína, adicción que tiene Fernando Pavón, afirma Allison.

Una de las razones por las que Fernando Pavón está actuando de esta forma, señala, pese a que se casaron en sociedad conyugal y según las leyes de Uruguay –país donde se casaron–  es porque éste se niega a darle la parte que económicamente le corresponde, recurriendo así a la intimidación y amenazas para que ella desista de ese juicio y “acepte” el trato que él le propone, como parte de la violencia económica que ejerce sobre ella.

Cabe señalar que luego de la primera denuncia de Alison a través de este medio de comunicación, se hizo un llamado a la sociedad civil y a las autoridades para seguir el caso y garantizar que no prevaleciera la impunidad y se protegiera a la víctima.

A través de un comunicado, en aquel momento El Quintana Roo.mx expresó lo siguiente:

“Solicitamos nos contacten vía mensaje privado y vía WhatsApp para canalizar un caso muy preocupante de violencia de género y violencia familiar que podría derivar en un lamentable hecho”, señaló haciendo un llamado a asociaciones civiles en defensa de las mujeres víctimas de violencia.

También, se hizo un llamado a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo) y a la VXI Legislatura del Congreso del Estado, para que en medida de sus facultades, investigue, vigile y garantice el cumplimiento de la ley por parte de los servidores públicos que llevan el caso de Allison. No obstante, ve un lento actuar por parte de las autoridades, mientras ella, su madre, hermano y sobrinas están en peligro y se pregunta si estas amenazas se cumplirán y tendrá el mismo destino que Abril y otras mujeres, víctimas de sus agresores y víctimas de la injusticia.

Al hacer público su caso espera que las autoridades actúen para protegerla y en esta ocasión las acciones de su agresor no queden impunes para que su historia no sea la historia de Abril.

Alerta de Género, una simulación

Recientemente, colectivos de Quintana Roo denunciaron que la aplicación de la alerta de género e Quintana Roo, decretada en cinco de sus 11 municipios, tres en 2017 y dos más por extensión posterior, es “una simulación evidente”, pues prevalece una percepción de “permisividad”, normalización de la violencia y un “estado ausente”, y “cómplice”.

A propósito del Día Internacional para Erradicar la Violencia contra las Mujeres, conmemorado el pasado 25 de noviembre, las organizaciones “Marea Verde Quintana Roo”, Derechos Autonomías y Sexualidades (DAS), Aquelarre, la Red Posi+tiva, “Siempre Unidas”, “Mujeres en Lucha” y Gobernanza MX, coincidieron en que, hasta ahora, pese a que hay esfuerzos y algunas acciones para incidir en la seguridad, prevención y justicia para que las mujeres vivan una vida libre de violencia, “no se ven reflejadas en la realidad”.

Quintana Roo aparece entre las 17 entidades que reportan el mayor crecimiento en feminicidios, con un 83.3 de incremento, a la par del aumento de ataques sexuales, secuestros, desapariciones de niñas y mujeres que registra el estado, informaron.

Hasta 2017, la entidad había mantenido tasas menores a cinco por ciento en defunciones por asesinato en agravio de mujeres por cada 100 mil habitantes en la entidad. En ese año alcanzó una tasa de 5.9 por ciento y en 2018 se elevó a 11.3 por ciento.

“En Quintana Roo, cifras oficiales revelan que, desde 2016, más de mil mujeres han sido violentadas en todo el estado, en promedio una mujer por día, entre ellas mujeres locales con residencia en la entidad, pero algunas otras turistas y extranjeras” señalan.

Entre varios peticiones, solicitaron la destitución inmediata de Guadalupe Reyes Pinzón, quien actualmente ocupa el cargo de fiscal de Delitos Sexuales y de Trata de Personas, quien enfrenta acusaciones de familiares de víctimas por presuntamente entorpecer procesos judiciales y por el probable encubrimiento de un ex policía acusado de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho en 2015, por lo que no es la primera vez Reyes Pinzón es señalada por presunta corrupción.

Nuevamente, Allison a través de este medio de comunicación, pide ayuda, que se atienda su caso sin corrupción, pide que más autoridades no caigan en tentación de los “billetazos” que su ex esposo está acostumbrado a dar. Solicita celeridad en su caso, porque entre más pasa tiempo más peligro corre de ser atacada. Teme por su vida y teme que su destino sea igual al de Abril.

De igual forma, nuevamente hace un llamado a las ONG en defensa de la mujer para que se solidaricen con su caso.

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