Fieles de Venezuela escuchan la misa a través de altavoces

El padre Ricardo oficia su misa dominical en un templo vacío en Venezuela, país donde rige el confinamiento obligatorio por el nuevo coronavirus.

Los fieles, sin embargo, están allí presentes en cierto modo: papeles con sus nombres ocupan los bancos de la iglesia.

“Hay listas” de “familias enteras”, cuenta el párroco Joel Escalante, quien junto a Ricardo Ramírez, un joven capellán, mantiene el rito católico en esta capilla en Puente Real.


Los bancos de madera pulida están forrados con los pequeños carteles, con casi dos mil nombres.

“Esto ha llenado de esperanzas a nuestro pueblo”, se enorgullece Joel, quien difunde las ceremonias por YouTube e Instagram.

En tiempos de normalidad, unas 600 personas asistían al templo El Buen Pastor en cada una de las tres misas que se ofician los domingos.

Ricardo celebra misas diarias ante una cámara digital encendida y un micrófono, frente a la hilera de bancos desocupados.

Marlene Uribe se persigna en una de las misas. Junto a su esposo, Edgar Jaimes, instaló una silla plegable frente a su residencia. Ambos, rezan con tapabocas.

 

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