El estado de alarma en España, decretado por Pedro Sánchez empezó el 15 de marzo y termina el 10 de mayo, aunque la salida de la gente será a través de las desescaladas.
Esto quiere decir que se llevará a cabo de manera gradual en cuatro fases y no todos de golpe para evitar un rebrote.
Así pues, a finales de junio debería concluir el confinamiento.
Plan hacia la nueva normalidad. Bajo este acrónimo arrancó España hace una semana su plan de desescalada.
Un mes y medio después de adoptar las medidas más restrictivas de Europa, la curva está en descenso.
El número de contagios y fallecidos desciende progresivamente haciendo que el Gobierno tache sus objetivos semanales.
No será rápido ni sencillo, pero la serenidad y el buen hacer serán los patrones sobre los que cimentar una desescalada gradual, efectiva y que aleje los fantasmas de un nuevo brote que podría ser fatal para la economía nacional.
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