Tras la irrupción del COVID-19, los restaurantes, los centros comerciales, las escuelas y los medios de transporte han tenido que sucumbir a la nueva normalidad. Y esto, también ocurre en el interior de las Iglesias.
Para evitar grandes concentraciones, buena parte de los países del mundo prohibió cualquier tipo de acto religioso. Por eso, los sacerdotes han dado rienda suelta a su creatividad, y se las han ingeniado para oficiar los servicios sin quebrantar las normas de seguridad sanitaria.
Un sacerdote de una iglesia de Detroit, en el estado de Michigan, se viralizó en redes sociales por aplicar un método en absoluto convencional.
Durante las celebraciones de Semana Santa, el padre Tim Pelc utilizó una pequeña pistola de agua para bendecir a sus feligreses. El religioso estadounidense rellenó el arma de juguete con agua bendita, y desde una distancia segura, disparó a los devotos, que esperaron su turno dentro de sus autos.
Tim Pelc explicó que con su idea quería llamar la atención de los más pequeños de su iglesia, la parroquia St. Ambrose, en Grosse Pointe Park, para animarles a asistir a los oficios de Semana Santa.
“La idea original era hacer algo por los niños de la parroquia”, dijo Pelc al diario Buzzfeed News este fin de semana.
“Estaban listos para tener una Pascua diferente a cualquiera de su pasado, así que pensé, ¿qué podemos hacer para cumplir todos los protocolos de distanciamiento social?”
Cuando se le ocurrió el plan de la pistola de agua, el hombre de 70 años le preguntó a un amigo que trabaja como médico en una unidad de emergencias si era seguro llevarlo a cabo.
“Él dijo, ‘No solo es seguro, es divertido’, y vino con sus hijos”
Aunque las fotografías se compartieron en la cuenta de Facebook de la parroquia a mediados de abril, se viralizaron recientemente en Twitter, donde una de las imágenes logró en la tarde de este domingo más de 123.000 retuits.
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